Durante la temporada 2022 de Fórmula 1 vimos dos versiones de Sergio Pérez. En la primera mitad, el mexicano se mostró realmente fuerte y plantó cara a Max Verstappen. Tanto es así que fue el mejor arranque de su vida en la categoría reina del automovilismo. Su año pintaba muy bien, sin embargo, su rendimiento se fue desvaneciendo con el transcurso de los Grandes Premios. El monoplaza, en el cual se sentía cómodo, comenzó a aclimatarse más a su compañero de garaje y menos a su estilo de conducción, lo que hizo que sufriera en mayor medida y, por ende, perdiera competitividad. El problema fue tal que incluso perdió el segundo puesto en la General en favor de Charles Leclerc. Por suerte para él, parece que la situación será muy diferente, puesto que el RB19 está hecho para adaptarse al pilotaje de ambos pupilos, como asevera el asesor de Red Bull, Helmut Marko.
Quieren solucionarlo todo
"Hay que poner los problemas de Pérez en perspectiva. La temporada pasada teníamos un coche que Checo podía pilotar muy bien a principios de año, sin embargo, a medida que se desarrollaba, Verstappen estaba cada vez más satisfecho con él. La diferencia es que a Max le gusta una parte delantera fuerte, que gire muy bruscamente. Pérez, por su lado, es ligeramente diferente: le gustan los monoplazas menos dramáticos. No obstante, este año parece que hemos encontrado una solución que permitirá a los dos pilotos usar sus propias cualidades", ha señalado el de Graz en unas declaraciones concedidas a Sky Sports Alemania.
"Estamos muy contentos por cómo fueron los test. Solo hubo un problema y fue pequeño. Aun así, no sabemos cómo le va a la competencia y cuánto combustible tenían. Si iban con más combustible que nosotros, entonces los tiempos son relativos. Eso sí, los test han demostrado que somos fiables y rápidos. Lo que nos hace especialmente optimistas son las dos tandas largas, tanto la de Verstappen como la de Pérez. Esas tandas largas fueron al menos tan rápidas como las de nuestros rivales", finaliza.
