El piloto británico de dorsal 44 logró forjar junto a Mercedes una carrera llena de éxito y digna de admirar por cualquier aficionado al motor. Lewis Hamilton y el equipo alemán recorrieron cada pista durante años llenando de hazañas y éxitos los libros de historia del motor. Tan solo han pasado unos meses desde que Lewis anunciara su fichaje por Ferrari, no fue algo sencillo ha confesado el propio Hamilton. Pero también ha compartido lo que significa para un piloto pensar en que va a pilotar un Ferrari y lo que significa para él mismo habiendo visto desde fuera las hazañas de Michael Schumacher con la escudería italiana.
Que se acerque su llegada a la Scuadra de Maranello también significa que se acerca su despedida final de Mercedes, la que ha sido su casa por tanto tiempo y con la que ha cosechado tanto tiempo. Un equipo al que Lewis considera su familia por todo lo vivido y compartido en estos años de trabajo por el mundo dentro de la F1. El camino sigue para él, algo más lejos del que ha sido su sitio seguro hasta ahora, pero se marchará con mucho en su interior, grandes amigos y experiencias vividas.
Su fichaje por Ferrari y lo que ha sido desde entonces
"Ha sido una montaña rusa de emociones desde el momento en que firmé el contrato. Decírselo a mi jefe [Toto Wolff] fue aterrador. Pero es muy emocionante porque recuerdo que cuando era niño veía a Michael. Todos los pilotos miran ese coche y se preguntan: '¿Cómo sería sentarse en el monoplaza rojo?'".
¿La emoción está de regreso?
"Ha estado ahí todo el año, en cada carrera a la que asistes. Quiero mucho a mi equipo, hemos pasado por muchas cosas juntos, así que cada carrera será muy emotiva. Porque cada carrera que hacemos es la última vez en ese lugar en particular. En cada carrera nos acercamos más y más a la última vez que estaré en ese Mercedes. Será difícil, pero mi objetivo es hacer el mejor trabajo posible para el equipo y terminar con una buena puntuación".
