En el caos turco, reinó Lewis Hamilton. Lo hizo para sumar su séptimo título de la categoría, convirtiéndose, junto a Michael Schumacher, en el piloto con más mundiales de la historia de la Fórmula 1. Lo hizo, además, con una actuación a la altura de los mejores: saliendo desde una sexta posición que no gozaba del mejor agarre y reaccionando bien a todas las condiciones adversas que dejó el primer Gran Premio de Turquía desde 2011, entre las que que se incluyen dos salidas de pista a las que supo sobreponerse el británico. Es campeón con un coche muy superior, sí, pero es campeón con justicia y hoy lo ha demostrado. Por detrás, los Racing Point no pudieron hacer realidad su soñado doblete. Solo Pérez, segundo, se subió al podio. Le acompañó Sebastian Vettel, que en una actuación estelar -al fin-, y tras un fallo de Leclerc en el último suspiro, acabó tercero.
Una de esas salidas de las que Hamilton tuvo que sobreponerse se produjo al poco de que se apagasen los semáforos y de que lo hiciesen con una pista notablemente mojada. Ahí, el inglés no pudo encontrar su sitio en el trazado y perdió varias posiciones con Vettel, que avanzó siete puestos en los primeros metros de la carrera, y con Albon, que junto a Max Verstappen se quedó clavado en la casilla de salida pero que supo recuperarse después de esa circunstancia. No pudieron hacer lo mismo ni Bottas, ni Ocon. El finlandés, que se topó con Ocon cruzado en el asfalto tras haberse tocado el francés con Ricciardo, no tuvo más remedio que frenar de golpe, lo cual hizo que perdiera el control de su Mercedes. Ambos se fueron a la cola.Otro de los pilotos que firmó una salida espectacular fue Carlos Sainz, que avanzó seis posiciones para colocarse entre los puntos después de ser uno de los sancionados ayer por obviar las banderas amarillas en pista. No fue tan espectacular pero sí efectiva y eficiente la salida de los Racing Point. Stroll logró mantener el liderato y lo hizo con firmeza, sumando varias vueltas rápidas en en los primeros giros. Su compañero, Pérez fue su escudero en esos primeros compases de la prueba en Estambul que nos dejó una pelea inédita esta temporada: la que libraron Verstappen y Vettel, sin encontrar el neerlandés el hueco para pasar al alemán.
Mercedes, con ritmo
Al contrario de lo que podía parecer tras todo el fin de semana, los Mercedes, y en especial Hamilton, mostraron a todos que no eran tan lentos. Se confirmó en la vuelta ocho, cuando el inglés, que marchaba sexto, marcaba la vuelta rápida. Lo hizo mientras le comunicaba a su equipo por radio que necesitaba "probar algo diferente" para poder avanzar posiciones. Algo diferente es precisamente lo que hizo Verstappen para poder adelantar a Vettel. Tras entrar el germano en boxes, Max se quedó en la pista con las vistas puestas en el overcut. Vuelta rápida tras vuelta rápida, a los de Red Bull les salió casi perfecta la jugada tras pasar por boxes y Verstappen ganó el puesto a Vettel. Fue casi perfecta porque se preveía que también ganase posición a Pérez, pero la parada (4 segundos) imposibilitó la maniobra.
A medida que se iba secando el circuito, el común denominador en el paddock estaba siendo montar los neumáticos intermedios en detrimento de los de lluvia. Así, tras 13 vueltas solo Albon, líder momentáneo, seguía con los de mojado. Parecía que la pista mejoraba e incluso se llegó a especular con la opción de cambiar a secos en algún momento de la carrera. El trompo de Hamilton al intentar pasar a Vettel y el de Verstappen al intentar hacer lo propio con Checo Pérez confirmaron que Estambul no estaba preparada para ver hoy a los neumáticos lisos pasar a la acción. También confirmaron que las opciones de Verstappen de ganar la carrera, como se esperaba después de que el holandés dominara todas las sesiones del Gran Premio, se diluían ostensiblemente. Por si ello no fuese poco, los comisarios anunciaron que iban a investigar (después de la carrera) al de Red Bull por tocar la línea blanca al salir de boxes.
Ajeno a todo lo que estaba pasando por detrás, Lance Stroll seguía líder. Rodando más lento que el resto de pilotos, pero líder. Aunque no iba a pasar mucho tiempo antes de que empezara a ver por sus retrovisores cómo se le acercaban tanto Pérez como Albon. El tailandés estaba siendo uno de los mejores en la pista hoy, sin cometer errores y acometiendo con éxito adelantamientos de mucho riesgo. Se vino abajo, no obstante, el joven piloto de Red Bull. Primero porque sus neumáticos dijeron basta y segundo porque vueltas después perdió el control del coche y con ello las opciones de cazar a la cabeza de carrera. Con el DRS activado a partir de la vuelta 30 y con Lewis Hamilton en posiciones por primera vez, el trompo de Albon fue la antesala de la victoria del británico, que olió sangre y se puso manos a la obra para completar su obra.
Stroll se diluye
Stroll, por su parte, pasó de oler sangre a ser desangrado. El canadiense fue llamado a boxes para cambiar neumáticos (intermedios nuevos) pero lo hizo un par de vueltas tarde tras las dudas en el pit de Racing Point. Entró, perdió el liderato por primera vez y perdió también la concentración y la determinación que había demostrado hasta ese momento. Esa situación le hizo perder posiciones con prácticamente todos los que venían achuchando por detrás. La perdió con Vettel primero, en una maniobra del alemán a la que el norteamericano quiso reaccionar. Lo hizo desesperado, no obstante, lo cual le hizo perder también la posición con Leclerc y más tarde con Sainz. Tras ser líder durante gran parte de la prueba el canadiense caía a la octava plaza. Un desastre.
Por delante, Hamilton se iba a acercando peligrosamente a Pérez. Cuando alcanzó al mexicano, apenas tardó un par de curvas en adelantarle, haciendo uso del DRS. Preguntó al equipo que cuántas vueltas podían durar sus gomas, avanzando su clara intención de llegar hasta el final y, por ende, de ganar la carrera. En apenas cinco vueltas, Hamilton ya estaba a 12 segundos de Pérez. Había sacado el martillo a pasear. A Pérez, que fue otro de los que decidió no parar, no le salió mal la jugada tampoco. Tras vueltas en las que parecía que iba lento, el mexicano empezó a tirar. Había estado conservando las gomas para poder llegar al final y le salió bien. Hoy, Pérez fue más inteligente que su compañero, reivindicándose.
Vettel se reivindica
También se reivindicó Sebastian Vettel, a quien su compañero Charles Leclerc le "regaló" un podio después de unas últimas vueltas de carrera frenéticas en los que no se supo hasta el final quién iba a ocupar la segunda y la tercera plaza. Al final, fue el alemán el que acompañó a Pérez y a Hamilton, toda una alegría para un piloto que solo había sumado decepción tras decepción esta temporada. Leclerc, que seguro va a estar dándole vueltas a su error durante días, acabó finalmente cuarto, completando un gran fin de semana para Ferrari. Atrás, Carlos Sainz logró un meritorio quinto puesto que junto al noveno de Norris colocan a Mclaren más cerca de batir a Renault en el Mundial de Constructores y más cerca de poder alcanzar a Racing Point.
Las posiciones en los puntos las completaron Verstappen y Albon con una sexta y séptima posición en un circuito en el que partían como favoritos. En Red Bull no deben estar nada contentos. Tampoco lo debe estar Stroll, que acabó noveno, perdiendo una oportunidad histórica para él y para Racing Point de ganar la carrera. Ricciardo, discreto hoy, fue décimo. Cuatro posiciones por detrás, ergo fuera de los puntos, acabó Valteri Bottas, quien cometió una cantidad ingente de errores en pista que le dejaron fuera de la batalla. Tan fuera que, a falta de 12 vueltas para el final, Lewis Hamilton le dobló, en una clara imagen de la inmensa diferencia que hay entre ambos pilotos a la hora de la verdad. Esa diferencia también es visible en una pelea por el campeonato de pilotos que hoy ha tocado a su fin y que ha visto cómo Hamilton pasa a los anales de la historia al ser, por séptima vez, campeón de la Fórmula 1.
Resultados finales Gran Premio de Turquía:
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