Tras haber hablado de cómo se desarrolla una carrera de F1, hoy os traigo cómo ha de vestirse un piloto de F1 durante los eventos del fin de semana: desde el casco hasta las botas para garantizar su seguridad.
Como hemos visto en artículos anteriores, la F1 nace en 1950 y como todo en esta vida ha ido evolucionando, incluida la ropa. A principios, simplemente se usaba un traje de algodón con algún que otro pantalón de lona. Además no era descabellado ver a los pilotos usar ropa de manga corta. Por desgracia, ocurría, lo que ocurría y raro era no ver a un piloto fallecer.Sin embargo, la FIA no abriría los ojos hasta 1976 tras el fatídico accidente de Niki Lauda en Nurburing, Alemania. El piloto austríaco sufrió un fuerte accidente tras chocar contra un muro, lo que provocó que su Ferrari se incendira. Además, sufrió el impacto de otro monoplaza, lo que avivó aún más las llamas. Afortunadamente, Lauda sobrevivió a este accidente y volvió a subirse a su monoplaza 40 días después.
Puede sonar agresivo, pero el accidente de Lauda fue toda una ayuda para la Federación: con su accidente se impuso la creación de monos capaces de soportar 800ºC durante unos 10-15 segundos.
Pero... ¿Y actualmente? Explicaremos primero cabeza y cuello, bajando hacia el tronco y manos, para finalmente acabar con el calzado.
La cabeza y el cuello:
Como es obvio la cabeza está cubierta por un casco, hecho de alumnio, fibra de carbono y Kevlar para garantizar la seguridad del piloto. Estos cascos pasan muchas pruebas y homologaciones hasta ser definitavemente usado. Como dato curioso, un casco pesa menos de 1,5 kilo y puede soportar el peso de un tanque.
Debajo del casco, los pilotos llevan una balaclava. Para que nos entendamos, una especie de pasamontañas. Deja al descubierto los ojos y la nariz y protege la cabeza del fuego.
Lo siguiente con lo que nos encontraríamos sería el HANS. El HANS va unido al casco mediante correas y se empezó a utilizar en 2003. Su función es proteger el cuello de fuerte tirones tras un accidente o no impactar hacia delante contra el volante.
El tronco:
La pieza clave del tronco es el mono. El mono está fabricado con un material llamado Nómex, unas fibras tratadas químicamente, que aguantan hasta 11 segundos bajo las llamas a una temperatura superior a 800ºC, sin sufrir ningún rasguño y sin superar los 41ºC de temperatura en su interior, tal y como se ha establecido por reglamento. Los 11 segundos es el tiempo que la FIA considera que un piloto necesita para salir de su monoplaza en el caso de que haya un incendio. Además de proteger al piloto, como hemos comentado, está confeccionado de manera que sea cómodo, y no entorpezca el trabajo del piloto mientras esté en pista. De este modo, tienen muy pocas costuras, siendo planas cuando son inevitables. Sí, la publicidad del mono viene impresa, no cosida y, por supuesto, el hilo que se utiliza para coser las costuras es también ignífugo.
En la actualidad, la ropa tapa en su totalidad los brazos y piernas, ya que así lo estableció la FIA en 2004, para aumentar la protección y seguridad de los pilotos.
Bajo del mono también encontramos más ropa. Se trataría de una camiseta interior tambien ignífuga. La ropa interior del piloto también es ignífuga.
Gracias a todos elementos no lamentamos la muerte de Grosjean en 2020, quien sufrió un fuerte impacto y logró huir de las llamas.
Los pies:
Las botas son ignífugas y están hechas de cuero. Las suelas son de hule, para permitir que el piloto sienta mejor los pedales. También proporciona una buena superficie de agarre para minimizar el riesgo de que el pie resbale. También son flexibles y hechas a medida de cada piloto.
Como es obvio debajo de las zapatillas hay calcetines, que son ignífugos.
Para concluir, cabe destacar que todos los elementos mencionados anteriormente están homologados por la FIA. Además tienen fecha de caducidad, por lo que hay que renovar las prendas de tanto en tanto.
Como veis al riesgo se le combate con seguridad y el piloto puede presumir de ir seguro.