La próxima temporada supondrá todo un reto para los hombres de Alpha Tauri, y es que la implantación de la nueva normativa traerá consigo importantes cambios. En lo que respecta a los de Faenza, ya no tendrán opciones de comprar piezas antiguas a Red Bull (suspensión delantera y trasera, la caja de cambios o el sistema hidráulico), como han hecho hasta la fecha, por lo que deberán desarrollarlas por su cuenta, lo cual implicará un mayor tiempo trabajo y, por ende, más incertidumbre en torno al rendimiento del nuevo monoplaza. El jefe de la escudería italiana, Franz Tost, teme ir al contracorriente la próxima temporada, cuando el límite presupuestario será de 135 millones de euros, si bien cree que todo se normalizará a partir de 2023, cuando se reducirá otros 25 millones.
Tiempo de cambios
"Únicamente podemos trabajar con Red Bull Technology dentro de la normativa, por lo que nos tendremos que encargar de la transmisión, del sistema hidráulico y de piezas de la suspensión trasera en 2022. La verdad, me gustaría que toda la parte trasera viniera de Red Bull. Será un poco más difícil al principio con el nuevo reglamento, pero con el tiempo volverá a ir en esa dirección. A día de hoy, estamos por debajo del límite presupuestario. También prestamos mucha atención a los gastos, pues el límite se reducirá en otros cinco millones el próximo año y no podemos asumir ninguna pieza usada de Red Bull para el modelo de 2022; por eso estaremos en el límite en la próxima campaña. Las cosas se relajarán un poco más en 2023. Después podremos utilizar piezas de Red Bull Technology que ya se han utilizado, lo cual nos ahorrará mucho dinero", ha señalado en palabras para la revista alemana Auto Motor und Sport.
