La temporada 2019 de Fórmula 1 está marcando el rumbo hacia una nueva generación de pilotos, y dentro de ella predominan dos nombres por encima del resto, los de Max Verstappen y Charles Leclerc. Ambos han logrado dos victorias esta campaña y nos han regalado algunos de los duelos más intensos y emocionantes. Todo apunta a que serán los sucesores de Lewis Hamilton en la consecución del título, y este hecho podría llegar más pronto que tarde, sobre todo viendo la progresión de cada uno de ellos. El expiloto de Fórmula 1, Giancarlo Fisichella, asegura que si fuera jefe de equipo no dudaría en contar en sus filas con alguno de estos dos jóvenes talentos, ya que ambos marcan el camino hacia el futuro más inmediato de la categoría y están llamados a ser campeones del mundo: "Hoy en día hay muchos pilotos que en pocos años ya han escrito parte de la historia de la Fórmula 1, pero se acerca la nueva generación. Si yo fuera jefe de equipo, apostaría por Leclerc o Verstappen", ha señalado en declaraciones concedidas para el rotativo italiano La Gazzetta dello Sport.
Por otro lado, y haciendo referencia a la reciente victoria de Leclerc en Monza, Fisichella asegura que ganar allí es muy especial, más que en ningún otro escenario, especialmente por el apoyo de la afición roja. Asimismo, reconoce que es el trazado más espectacular de la categoría reina. El italiano guarda allí grandes recuerdos, pues vivió su debut con Ferrari en el año 2009, así como su podio con Renault hace catorce años: "Ganar en Monza es un sueño y vale 10 veces más que una victoria normal. Todo gracias a los tifosi. Además, es un circuito único, claramente el más bonito y fascinante del calendario por su tradición e historia. El debut con Ferrari en 2009 siempre será memorable, aunque no olvido las primeras carreras en Fórmula 3 o el podio en 2005 con Renault", ha proseguido.
Una de las competiciones más duras
Entretanto, el italiano ha comparado la Fórmula 1 con otra competición que conoce en primer persona, la del Gran Turismo. El que fuera compañero de Fernando Alonso explica que la máxima categoría del automovilismo es más exigente tanto a nivel físico como mental a pesar de la menor duración de las pruebas: "Las carreras de resistencia que duran entre tres y veinticuatro horas son muy duras. En el coche las temperaturas son muy altas y después de muchas horas, a pesar de alternar entre tres pilotos, estás agotado y pierdes hasta tres kilogramos de peso, mientras que la Fórmula 1 es mental y físicamente más estresante aún. Hay que pensar que pilotar monoplazas como esos hacen que el ritmo cardíaco promedio sea de entre 160 y 170 pulsaciones por minuto en hora y media de carrera, por lo que se necesita una preparación total", añade para concluir.
