La F1 solo busca el bienestar de sus aficionados cuando estos acuden a un Gran Premio y los organizadores de Barcelona no estuvieron a la altura. La cita de la ciudad catalana no es ni mucho menos nueva en estos lares, llevan muchos años recibiendo a la familia de la Fórmula 1 y también a la de MotoGP. Pero desde hace unos años se ha venido viendo cómo la organización cada vez deja más que desear. Los años de pandemia alejaron al público de las gradas del trazado, pero con su regreso las carencias han vuelto a quedar en evidencia. Y es que, aunque la cita española ha vuelto a recibir a un gran número de espectadores, está lejos de los números que se marcaban cuando la época dorada de Fernando Alonso generaba la peregrinación de los integrantes de la marea azul a la prueba española.
En esta ocasión los accesos y salidas del circuito se colapsaron, las zonas de aparcamiento no fueron suficientes, los medios de transporte fueron nefastos, al igual que los servicios que se ofrecen al aficionado dentro del circuito. Baños escasos en los que hay que hacer largas colas, zonas de restauración escasas y con precios prohibitivos hasta para conseguir un poco de agua, tan necesaria este fin de semana con las altas temperaturas y los horarios asignados a las horas de más calor del día. Y es que las fuentes escasean, el agua disponible en los servicios no es apta para el consumo. Y así un largo etcétera de asuntos reprochables a la organización de la cita. Como también lo es la libre circulación por los alrededores del trazado, algo permitido en años anteriores, pero no ahora, pues los accesos se permiten en función de la entrada que compres.
Otro drama tiene lugar en la estación de tren, suceso que ya se vivió en ocasiones anteriores como la cita de 2019. Aunque el lugar fue remodelado y actualizado, su infraestructura no es suficiente para gestionar el tráfico de viajeros que asisten al GP. En Cataluña van a tener que revisar muchos elementos si quieren que la F1 les siga teniendo en cuenta en su calendario, nadie es imprescindible. Y la Fórmula 1 no ha tardado en hacer públicas sus quejas.
Pese a que a última hora trataron de solucionar alguna de sus carencias anunciando sus medidas exprés en redes sociales, las críticas por la gestión del evento no tardaron en llegar a través de todas las vías.
Problemas y más problemas en la gestión de la cita catalana
"El enorme número de aficionados en este evento, tanto dentro como fuera del circuito, creó los problemas de tráfico. Hemos hecho saber al promotor que esto no es aceptable, y que debe solucionarse para la próxima temporada".