Hoy a las 17:00 horas (horario peninsular español) ha dado comienzo la primera sesión oficial de Entrenamientos Libres de las 500 Millas de Indianápolis, o lo que es lo mismo, el primer paso hacia la que puede ser una de las carreras más importantes en la vida de Fernando Alonso. Tras lograr la victoria en el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 y hacer lo propio en las 24 Horas de Le Mans del Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), el español buscará el próximo 26 de mayo el triunfo en esta mítica prueba, la cual le llevaría hasta la ansiada Triple Corona. Esta será la segunda vez que Alonso pruebe suerte en la Indy, pues su primera toma de contacto en la competición fue en el año 2017, cuando un fallo mecánico en el coche le privó de luchar por la victoria final. Ahora, con los ánimos renovados y un nuevo equipo, el bicampeón asturiano volverá a intentar esta gesta. El propio Alonso ha admitido que, de lograrla, esta podría ser la victoria más grande de su carrera deportiva, ya que las 500 Millas es una carrera mastodóntica donde reina la espectacularidad tanto dentro como fuera de la pista, y donde un pequeño error puede ser muy peligroso para su integridad. Además, los coches de esta categoría requieren de un gran esfuerzo físico, como bien indica el piloto español, quien se atreve a afirmar que incluso pueden llegar a ser más exigentes que un F1.
"Esta puede ser la victoria más importante de mi vida y de mi carrera. Las 500 Millas de Indianápolis es la prueba más grande del mundo en lo que se refiere a adrenalina, emoción y ambiente. Es algo único ver a 300.000 personas en un circuito animando a 33 pilotos que corren 500 Millas a la velocidad más alta que se va en el mundo del motor. Son 500 Millas, de modo que es una carrera muy larga. Solo giras a izquierdas, pero supone una gran cantidad de esfuerzo físico, tanto que, probablemente, es más de lo que requiere una carrera de Fórmula 1, con todo los controles que tenemos ahí. Aquí es un poco más básico. Todo el esfuerzo lo pones tú mismo", ha comentado en un vídeo difundido por el equipo McLaren.Importante experiencia
Por otro lado, Alonso destaca que en esta prueba no solo es importante el ritmo del monoplaza, sino que entran en juego muchos otros factores que la convierten en una carrera impredecible y emocionante hasta la bandera a cuadros final. Igualmente, cree que el hecho de haber participado ya en una ocasión jugará a su favor a la hora de controlar las emociones: "Lo importante es estar cómodo en el cockpit, la preparación del volante, cómo elegir dónde van los botones, las configuraciones, los modos de agarre, las herramientas para configurar el monoplaza, los garajes, los muros...; hay cosas que no son solo el piloto o la actuación que este lleve a cabo, sino que es todo el equipo, toda la logística. Tienes que configurar todo alrededor de los deseos del piloto. Es un reto grande, pero me siento orgulloso del equipo por cómo lo hemos ido preparando, paso a paso, con un buen programa y con gente con mucho talento. Deberíamos estar listos", ha proseguido.
"Creo que la experiencia de 2017 tendría que ser muy beneficiosa en lo que respecta a controlar las emociones. Una vez que pasas de ser novato y vives todos esos momentos, será beneficioso para mí a la hora de preparar mejor la carrera. Este año será especial volver. Son dos semanas de pura magia. Del mismo modo, yo entiendo el peligro de esta carrera. Los accidentes que posiblemente se pueden ver en Indianápolis son más peligrosos que cualquier otro que pueda tener en una carrera de Fórmula 1. Tú respetas eso; respetas la velocidad y respetas a tus rivales", asegura.
Reto histórico
Entretanto, el asturiano ha querido recalcar la importancia que tiene para él lograr el triunfo en Indianápolis, ya que entraría a formar parte de la historia del automovilismo, el mismo que durante años le ha visto vagar de un equipo a otro en la Fórmula 1 en busca de un tercer Mundial que nunca acabó llegando: "La Triple Corona está muy cerca, pues solo me queda una carrera para lograrla. Obviamente, la Fórmula 1 fue mi vida y mi sueño durante mucho tiempo en mi trayectoria profesional. Luego, me di cuenta de que tenía potencial para hacer más cosas aparte de esta categoría. Intenté ser competitivo en eventos icónicos y, ahora, llegar a ganar las 500 Millas algún día, si es que consigo hacerlo, puede ser, probablemente, parte de la historia del deporte. Es algo muy tentador", ha expresado.
Por su parte, el director deportivo de McLaren, Gil de Ferran, que ya ganó esta mítica prueba en el año 2003, habla del importante desafío que supone para el equipo afrontar esta carrera, ya que apenas han tenido seis meses para poder preparar la prueba. Del mismo modo, destaca el gran talento al volante de Fernando Alonso, de quien reconoce su capacidad a la hora de afrontar retos y lograr todo lo que se propone: "El reto es enorme para todos nosotros. Solo así se puede describir. Hemos tenido unos seis meses para construir un equipo entero. Tenemos gente de mucha calidad de McLaren y con mucha determinación. Intentaremos construir lo mejor que podamos, pero no hay que infravalorar el reto tan grande que supone una prueba de tal magnitud. Yo al menos no lo hago. En cuanto a Fernando, no hay dudas posibles. Creo que todo el mundo está contento de tener a una estrella como él en la escudería. Es rápido, es estratégico, con buenos juicios, tiene un gran control de las emociones y, por ende, cuenta con todas las habilidades necesarias para ganar esta carrera. Como novato, ya demostró todo eso en 2017, y además estuvo en la pelea por ganar hasta el final de carrera, aunque, por desgracia, tuvo un fallo mecánico que le impidió alcanzar la victoria", ha añadido.