El Gran Premio de México volvió a quedarse en lo superficial, dejando de lado lo más importante en la competición: el espectáculo en pista. Y es que se puede decir que lo más destacable de esta cita estuvo en las gradas, pues lo visto sobre el asfalto distó poco de las últimas carreras. Max Verstappen volvió a subirse al escalón más alto del podio tras una actuación perfecta, amparada además por la mala estrategia del equipo Mercedes, empecinado en que el neumático duro era la mejor opción para el tramo final de la prueba. Un error que le costó la victoria a Lewis Hamilton y que a punto estuvo de costarle la segunda posición. Solo el mal pit stop de Sergio Pérez evitó que así fuese.
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Y esa es la historia del Gran Premio de la Ciudad de México de 2022, una cita que trataron de hacer entretenida y atrapar al espectador con la estrategia hasta el final. Pero que no dio resultado, no vimos emoción prácticamente por ningún lado, todo era cuestión de esperar y al final para no ver nada. Bueno o sí, pudimos ver cómo el podio se repetía un año más, pues era exactamente el mismo podio de 2021, mismos pilotos y los pilotos en los mismos lugares colocados, además de que la carrera fue muy, pero que muy parecida en cuanto al desarrollo.
Y es que, poco podemos decir de esta carrera, el ambiente fue muy bueno, aunque hay que recalcar que se volvieron a escuchar abucheos en las gradas, esta vez dirigidos a Lewis Hamilton. Afición mexicana que sigue a Sergio Pérez abucheando a un piloto que nunca ha sido rival directo del británico en la batalla por el campeonato de pilotos. Busquemos cordura antes de faltar el respeto de esta forma. Los abucheos no son bonitos en un evento deportivo y no deben sonar para dirigirse a nadie. Estos pilotos, todos, tienen grandes capacidades al volante y cada cual puede tener su favorito, pero eso no da derecho de abuchear al resto. Seamos cuerdos y disfrutemos del deporte y de los pilotos, pues no duran eternamente.
El calendario de 2022 está llegando a su final y, aunque los premios gordos del campeonato ya están repartidos, seguimos viendo pequeñas batallas. Algunas por orgullo personal y otras por tratar de intentar ayudar a sus equipos a progresar en la general de constructores, pues será importante estar lo más arriba posible cuando llegue el cierre y se establezca el reparto económico y de condiciones para el futuro.
Pero vimos algunas luchas pasadas de pulsaciones, nervios o llamémoslo como queramos, una de estas fue la adelantada, por así decirlo de Daniel Ricciardo a Yuki Tsunoda. El australiano está ante sus últimas carreras con McLaren y puede que, en la F1, al menos por un tiempo. Pero eso no da derecho a acabar así con la carrera de un rival. Entró pasado de vueltas a la curva, tirándose desde lejos y golpeando al de Alpha Tauri, golpe que dejó fuera al japonés. Estas cosas no pueden suceder así como así, sí fue castigado, pero nadie devuelve a Yuki y su equipo lo que estaban consiguiendo. No es esta acción la primera que vemos de este estilo y tampoco va a ser la última, pero considero que hay que ser más consecuente con las acciones y con lo que suponen. Los abandonos salen muy caros en cuestión de puntos a veces.
Y hablando de abandonos, uno que dolió ver el domingo, y no precisamente poco, fue el de Fernando Alonso. El piloto asturiano estaba forjando una carrera impresionante en la zona media, batallando y metiendo tiempo de distancia a sus rivales reales. Pero de pronto apreció el lastre de Alpine. Su motor no iba a aguantar toda la carrera y empezó a mostrar señales de ello. Fernando comentaba después que quiso parar y desde el equipo no lo permitieron. Esto debe ser algo también a revisar, pues quedaban muchas vueltas, Alonso iba a terminar saliendo de la zona de puntos y con un coche lejos de poder pelear con nadie. Otro apunte a destacar es que ese coche con el motor tocado podía acabar provocando un accidente, Alonso ya tuvo uno la semana pasada. ¿Nadie va a mediar en esto?
Ese Alpine no iba a acabar la carrera, vimos cómo salía de la trazada para aparcar a un lado y el enfado era muy evidente. Estas cosas hacen que las relaciones acaben muy mal y muestra de ello es que el piloto solo descuenta eventos ya a la espera de su libertad para cambiar de aires. A esto hay que añadir que la falta de suerte del asturiano la contrarresta el galo del equipo, Esteban Ocon siempre sale favorecido. ¿Cómo lo hace? Eso es un misterio, porque en pantalla no aparecen grandes acciones de él, pero cuando la suerte interviene nunca falta al reparto.
No podemos pasar la página del Gran Premio de la Ciudad de México sin hablar de Ferrari, los de Maranello estaban desaparecidos durante lo importante del fin de semana. En la clasificación no lograron dar guerra para luchar contra los mejores, Mercedes les ganó ahí la partida. Y volvió a hacerlo el domingo, ya ni hablemos de Red Bull, Ferrari no estaba para nadie en este fin de semana. Se quedó salvando los muebles con sus dos pilotos en tierra de nadie, entre los mejores y la zona media. Hay carreras y carreras, pero un equipo que aspiraba al título no puede permitirse estas cosas. Y es que ahora mismo puede peligrar hasta el subcampeonato para ellos. Mercedes se acerca a falta de dos carreras y habrá que ver la tendencia de cada equipo en las mismas, pero se complican las cosas para los italianos y van a tener que defenderse, algo que parece absurdo comparando el potencial de cada marca este año. Veremos cómo termina esto, parece que llegará en guerra hasta el final, pero puede dejar muchas notas sobre la mesa de cara al año que viene.
Mientras tanto, Red Bull y Max Verstappen siguen a su propio ritmo, ritmo de récord y esa es la realidad. Vale que ahora hay más carreras, pero las está ganando él. Puede que otros años, si hubiera habido más carreras, pilotos como Sebastan Vettel o Michael Schumacher hubieran ganado más y hubieran ampliado sus registros. Pero como todo en el pasado, lo que no pasó no lo podemos saber, sabemos lo que vemos y es que Max es un gran ganador con este Red Bull en sus manos.
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El Gran Premio de México 2022 de Fórmula 1 se puede definir con una simple frase: mucho ruido y pocas nueces. Porque sí, todo se quedó en el envoltorio; muchas luces, mucho color, muchos disfraces, pero poco espectáculo. Y eso que la variedad estratégica de la carrera fue realmente diversa, porque si no estaríamos hablando de una de las citas más tediosas del año. Vaya palo, para una vez que la FIA no es protagonista, nos toca aburrirnos cosa mala. Si realmente vamos a lo que ocurrió sobre el asfalto, qué más añadir que Max Verstappen volvió a vapulear a todos. Qué velocidad a una vuelta, qué rítmazo de carrera, qué gestión de gomas, qué pedazo de crack.
Poco puedo añadir del piloto neerlandés que no haya dicho ya. Es el mejor. No hay debate. A día de hoy, nadie puede toserle, y cuando parece que sí, ya se encargan los rivales de dispararse en su propio pie. Mercedes peleaba este domingo por su primera victoria de la temporada, la tenia más cerca que nunca, pero va y decide que la mejor idea es calcar las estrategias con sus dos pupilos y encima ser todo los conservadores que podían. Solo así se explica que, por ejemplo, Daniel Ricciardo hiciera el tramo final con gomas blandas y ellos se decantaran por las duras, que eran más lentas y encima rendían peor en sus monoplazas.
Inexplicable lo de los alemanes, y más inexplicable aún que incidieran por radio en que era la decisión correcta. Ya veo, ya. Si no llega a ser por el mal pit stop de Sergio Pérez, los de Red Bull se alzan con el doblete de calle. En esta ocasión, la suerte acompañó a los de Toto Wolff. Es cierto que Mercedes no suele cometer muchos errores de este tipo, si bien cuando no aciertan también hay que ponerlo de manifiesto. Y otros que no aciertan, aunque en su caso suele ser más reincidente, son los de Ferrari. Esta vez no fallaron en la estrategia o las paradas, fallaron en algo mucho peor: el rendimiento de su monoplaza.
Qué lamentable el ritmo del F1-75 en territorio mexicano. A casi un minuto cruzó la línea de meta Carlos Sainz de Verstappen. Es que ya ni el sábado fueron rivales para el neerlandés. ¿Así pretenden que creamos en ellos? Lo tenían todo para pelear por el título este año y al final van a acabar pidiendo la hora con Mercedes. Lamentable. E igual de lamentable son los problemas de fiabilidad de Alpine. Rectifico: los problemas de fiabilidad de Alpine con Fernando Alonso. Menuda patata de coche y menuda patata de motor. Eso sí, todo en el lado del garaje del español. Esteban Llorón, digo, Ocon, como siempre, saliendo beneficiado y puntuando. Da igual lo bien o lo mal que lo haga, siempre está en el Top 10. Menuda suerte tiene el galo.
Nunca pensé que diría esto, pero qué alegría que Fernando se marche a Aston Martin; una escudería perdida en la tabla, sí, pero con recursos, ilusión y confianza en el doble campeón del mundo. Y hablando de confianza, cómo me alegro de la buena carrera de Daniel Ricciardo. Verle sonreír de nuevo fue un gran regalo. Se lo merece. Solo espero que este Gran Premio le sirva para recomponerse y despedirse de la F1 (no sé si definitivamente o no) con buenas sensaciones. Es un piloto con gran talento que ha sido defenestrado injustamente por muchos esta temporada, olvidando logros del pasado con los que ya demostró lo bueno que era.