La marcada y especial nueva fecha del calendario 2020 se acerca, con motivo de la proximidad al que será el primer Gran Premio de Vietnam, los monoplazas de Aarón Martín Red Bull Racing han hecho vibrar las calles de Hanoi. Los aficionados abarrotaron el lugar para disfrutar del espectáculo que la Fórmula 1 preparó para ellos junto a Heineken y la escudería austriaca.
A los mandos de los Red Bull pudieron contemplar a un piloto de la talla de David Coulthard y a su lado Jake Dennis, para el que fue una noche digna de recordar. Ya que rodar junto David es todo un privilegio. Fórmula 1, monoplazas de primera línea y música para ir haciendo las delicias de los nuevos aficionados en el lugar. Para el ex piloto de Red Bull no hay otro equipo en la parrilla mejor que ellos para ofrecer tal exhibición. En un año podrán disfrutar allí de la energía y la magia de un Gran Premio.David Coulthard en la exhibición de Red Bull
"Es genial tener la oportunidad de pilotar de nuevo el RB7 y ver la energía de la multitud. Hacía mucho calor, pero creo que están bien preparados para el set de DJ de Armin Van Buuren. Después de nuestros esfuerzos en la pista, después él les mostró cómo le gusta a la Fórmula 1 ir de fiesta. Había bastante polvo sobre el asfalto, pero para ser justos con la ciudad, están construyendo una pista que albergará Grandes Premios en este lugar. Hacía mucho calor, pero fue genial tener la oportunidad de hacerlo. La energía que estos coches de exhibición traen alrededor del mundo es asombrosa. Aston Martin Red Bull Racing es el mejor equipo cuando se trata de llevar el poder de la F1 a personas de todo el mundo, así que es justo que estemos aquí para marcar la cuenta atrás de un año hasta la primera carrera en Hanoi".
Para Jake Dennis fue una noche para recordar
"Fue una experiencia muy buena y compartir un programa de F1 con David Coulthard ha sido un privilegio absoluto. Los aficionados aquí han sido increíbles. Los donuts al final fueron muy divertidos y estar en dentro del monoplaza, con todos los aficionados volviéndose locos fue fantástico. Creo que había más de 50.000 personas aquí, lo que es increíble. Definitivamente no lo olvidaré".