A finales de 2018, muchos quedaron sorprendidos cuando Daniel Ricciardo anunció que se marchaba de Red Bull en busca de nuevos retos, lo que suponía abandonar un monoplaza de la zona alta para sumergirse en una nueva etapa que de seguro iba a ser más compleja. El australiano ha explicado cómo vivió aquellos momentos y ha aseverado que mantuvo conversaciones con diversas escuderías, incluyendo McLaren, pero decidió tomar otro camino por la mala racha que atesoraban los británicos. Es por ello por lo que se decantó por Renault, que en las últimas campañas había mostrado un significativo progreso. Una decisión que no terminó de ser la más acertada, ya que el año pasado fueron los de papaya los que lideraron la zona media de la parrilla.
"Como es obvio, por aquel entonces hablé con varios equipos, por lo que hubo negociaciones con McLaren. Pero siendo sincero, no vi claro que mi situación fuera a mejorar. Sin embargo, en Renault vi la racha que habían tenido desde el año 2016, y en 2018 vivieron una campaña muy fuerte, lo cual resulto una gran atracción para mí. Vi su planificación y cuando tuve todas las opciones encima de la mesa, la de la escudería francesa me motivó y me convenció más. Me arriesgué, pero ellos también hicieron un gran esfuerzo al incorporarme a sus filas. El Renault es un coche completamente diferente al Red Bull: las sensaciones con el volante, el pedal de freno y de aceleración son muy distintas. Aun así, no deja de ser un coche de carreras, aunque llevarlo al límite lleva algo más de tiempo", ha expresado en la segunda temporada del exitoso documental de Netflix, 'Drive to Survive'.Vivió momentos complicados
El fichaje de Ricciardo por Renault implicó la marcha de Carlos Sainz. El número '55' admite que lo que más temor le generó fue el hecho de poder quedarse sin asiento en la categoría reina del automovilismo. Por suerte, McLaren se fijó en él tras el adiós de Fernando Alonso y le brindó una nueva oportunidad que el madrileño supo aprovechar con creces, pues finalizó sexto en la General: "La verdad es que me dolió que el monoplaza que yo pilotaba durante esa campaña en Renault me lo hubiera arrebatado otro piloto. Mi mayor miedo no era no seguir bajo la órdenes de los galos, sino no continuar en Fórmula 1. Para mí era una necesidad encontrar un asiento", ha reconocido el ahora piloto del equipo de Woking.