Daniel Ricciardo no vivió un 2019 fácil en la Fórmula 1. Después de batallar en la parte alta de la tabla junto al equipo Red Bull, el piloto australiano tuvo que acostumbrarse a pelear por ser el mejor de la zona media; algo muy complicado de asumir teniendo en cuenta el lugar del que procedía. Si bien al número '3' le costó adaptarse a su nueva etapa en las filas de Renault, con el transcurso de las carreras fue sintiéndose cada vez más cómodo a los mandos del RS19. Tanto es así que acabó batiendo con holgura a su compañero de equipo, Nico Hülkenberg, quien poco pudo hacer cuando Daniel desató su mejor nivel. Finalmente, ambos quedaron separados por diecisiete puntos. El piloto de Perth no ha dudado en asegurar que ha aprendido mucho luchando en la parte media de la tabla, sobre todo en las salidas y en la primera vuelta de cada Gran Premio, ya que se ha visto obligado a manejar situaciones de las que antes se evadía al encontrarse en uno de los mejores coches de la competición.
"Estar en la zona media me ha permitido trabajar en la primera vuelta de carrera; tanto en la labor general como en lo referente a los adelantamientos. En mi primera vuelta, comenzando desde la mitad de la parrilla, ha habido veces que no he tomado la mejor decisión de cara a la curva 1, por lo que después pienso que podía haberlo hecho mejor. Es por ello por lo que puedo decir que he aprendido un poco estando en la zona media. La verdad es que es guay. Obviamente, no quiero estar aquí para siempre, pero es evidente que es una nueva habilidad que estoy adquiriendo y que no tenía que utilizar mucho años atrás. Siempre me iré del circuito feliz y realizado si sé que he dado todo lo que tenía. A pesar de ello, esa sensación es más grande llevando a casa un trofeo y una botella de champán, aunque lo cierto es que también hay podios que he conseguido en los que no estaba completamente satisfecho con cómo había pilotado", ha expresado en palabras para Motorsport Week.
Una posición difícil
Aun así, el australiano admite lo frustrante que puede llegar a ser pelear en la mitad de la parrilla, ya que cualquier mínimo error te hace perder un gran número de posiciones. Además, es consciente de que si los favoritos no sufren ningún problema, el máximo puesto al que opta es el séptimo: "Está todo muy igualado en la zona media, y lo cierto es que a veces es frustrante, pues en ocasiones una décima te lleva tres o cuatro posiciones por detrás. No obstante, cuando eres tú quien consigue esa décima, te sitúas tres o cuatro puestos más arriba. Es una verdadera batalla, y la mayoría de las veces ser el mejor del resto es como si se ganara algo el fin de semana", ha añadido a modo de conclusión.
