El piloto australiano concluyó su etapa en Red Bull después de más de media década formando parte de la familia austriaca en Fórmula 1. Durante este periodo, Daniel Ricciardo tuvo muchas alegrías gracias a sus podios, victorias y grandes actuaciones en pista. Sin embargo sufrió bastante durante la temporada 2015, la segunda como piloto de la marca de los toros rojos enfrentados, por problemas personales. Uno de los que más le afectaron fue el fallecimiento de Jules Bianchi en junio de ese año lo que repercutió en su rendimiento al volante del RB11.
Daniel Ricciardo se sincera confesando que ese suceso le afectó más de lo que creía y eso se vio reflejado en sus resultados. Sin embargo, en el Gran Premio de Hungría pudo subirse al tercer escalón del podio y este fue un punto de inflexión en su temporada. Las carreras previas a la de Budapest, el australiano había sumado 36 puntos, pero después de esta, sumó un total de 56. Aunque a final de año finalizó por detrás de su compañero de equipo, Daniil Kvyat, por tan solo tres puntos. A pesar de haber tenido una temporada tan dura, volvió a ser él mismo para 2016 en la que pudo demostrar de nuevo su enorme talento en las pistas. En ese nuevo año, Daniel sumó una victoria, una pole position y ocho podios por lo que se recuperó de lo sucedido para emplearlo en conseguir mejores resultados.Año duro
"Me pasaron muchas cosas a nivel personal en 2015. El fallecimiento de Jules me afectó más de lo que hubiera pensado junto otras cosas en mi vida. Después de esto, la primera carrera fue en Budapuest y fue mi primer podio del año, un doble podio para el equipo, y recuerdo que ese fin de semana fue muy emotivo. Fue un gran alivio, un momento de gratitud y fue algo realmente importante para mí. Pienso que ese año fue un gran desafío tanto fuera como dentro de la pista. Mucha gente pretendía ayudarme por lo que tuve que averiguar quién me quería ayudar realmente y quién no. Y sé que tengo muy buenos amigos a mi alrededor".