Uno de los equipos que llegaba con más incertidumbre al inicio de la temporada 2019 de Fórmula 1 era, sin lugar a dudas, Red Bull. Su nueva etapa junto a Honda dejaba en el aire cuál sería su rendimiento en estas primeras carreras, y lo cierto es que los resultados están siendo mejores de los esperado, al menos desde el lado del garaje de Max Verstappen, que en estos momentos está situado en el cuarto lugar del Mundial de Pilotos con 51 puntos; 4 más que Charles Leclerc y a solo 1 de Sebastian Vettel. Algo impensable después de lo visto en el Circuit de Barcelona-Catalunya durante los test de pretemporada. En estas próximas semanas, la categoría se traslada a trazados que, a priori, deberían beneficiar a los hombres de Milton Keynes, por lo que las expectativas son aún más altas en torno a ellos, sin embargo, el jefe de la escudería austriaca, Christian Horner, ha asegurado que en esta ocasión viajarán a Montmeló con actualizaciones básicas, por lo que no se repetirá la historia del año pasado, cuando se trasladaron a Barcelona modificando sus pontones, bargeboards y el fondo plano .
"Las mejoras de cara a Barcelona son bastante sutiles, y solo forman parte de una evolución. Serán las actualizaciones habituales de los alerones delantero y trasero, por lo que es una evolución más que una revolución", ha comentado en palabras recogidas por el portal web Motorsport.
Por el buen camino
Por otro lado, el británico se muestra positivo ante la evolución de Red Bull en lo que va de campaña, sobre todo tras identificar el problema de configuración al que tuvieron que hacer frente en Baréin. Desde entonces, los de Milton Keynes han incrementado su rendimiento y se han acercado a los dos equipos de arriba; especialmente a los de Maranello. Hay que recordar que en Azerbaiyán, Verstappen le llegó a recortar casi ocho segundos a Vettel con el compuesto medio, por lo que el ritmo de carrera no está tan lejos de los italianos: "Creo que hemos logrado acortar la distancia con los equipos de arriba desde que diera comienzo la temporada. En Melbourne tuvimos una carrera fuerte y Max presionó a Lewis durante gran parte de las vueltas, mientras que la de Baréin fue una carrera dura para nosotros, pero en cierta medida puso de manifiesto algunas cosas que hemos logrado mejorar desde entonces. China fue una carrera más fuerte, y Azerbaiyán aún más, teniendo en cuenta que históricamente es una pista que no favorece a nuestro coche. Estamos ansiosos por volver a Europa, ya que ahora llegan algunos circuitos que realmente deberían ser buenos para nosotros", ha señalado a modo de conclusión.
