Su sueño de la infancia de competir en la escudería de Maranello se cumplió a principio de este año, tras habérselo ganado a pulso por sus grandes actuaciones en categorías inferiores y también por su buen trabajo en su temporada de debut en Fórmula 1 con el equipo Alfa Romeo en 2018. Las miradas estaban puestas en él desde el primer momento, ya que Ferrari solía confiar sus volantes a pilotos veteranos y experimentados en la categoría, por lo que Charles Leclerc había sido la excepción. Aun así, este voto de confianza se debía devolver con buenos resultados desde el momento que saliera a pista con el SF90, así que la presión que tenía que soportar era alta. Por si no fuera poco, tenía como compañero a un tetracampeón del mundo al que superar para ganarse el respeto de muchos. El desafío no era sencillo en absoluto, pero el talento estaba por encima de cualquier obstáculo y así lo demostró desde el primer Gran Premio del año.
Con el transcurso de la temporada, el monegasco ha demostrado estar en posición de lograr pole position y de ganar desde el Gran Premio de Baréin en adelante, lo que ha sido asombroso lo rápido que se ha familiarizado con el SF90. Los datos de su primer año en Ferrari han sido fantásticos por sus dos victorias en Bélgica e Italia, las siete poles y los diez podios que ha sumado. Llegar a Ferrari ha sido algo que deseaba desde niño, pero la manera que lo ha hecho ha sido magistral, ya que ha sido su primera campaña de rojo.Meta conseguida, pero falta mucho camino por recorrer
"Para mí, ha sido la materialización de un sueño de la infancia. Siempre he soñado estar en Fórmula 1, pero con Ferrari. Estar en este equipo es increíble y ahora depende de mí trabajar, mejorar y darles el éxito que merecen. Estoy contento porque ha sido un año fantástico y he aprendido mucho gracias a Sebastian. Aunque tengo mucho trabajo por delante para seguir progresando como piloto y me enfocaré en ello para conseguirlo", concluyó el piloto monegasco para la página oficial de la F1.