El 2025 es un año de cambios para Carlos Sainz, que se prepara para uno de los retos más importantes que se recuerdan en mucho tiempo. El piloto madrileño abandona uno de los equipos punteros para adentrarse en un nuevo proyecto de la mano del equipo Williams. Consciente de que será complicado estar luchando por las posiciones de cabeza, el #55 ahora espera solucionar algunos de sus problemas lo antes posible durante la presente temporada.
El español ha querido mantener la calma y afirma que será casi imposible verle luchar por las posiciones de cabeza a la primera de cambio. Esto se debe a que la diferencia entre los equipos son lo suficientemente grandes y en una pretemporada será casi imposible acercarse al resto de la parrilla con un presupuesto tan limitado como el que tienen en la firma británica: "Esa brecha es más pequeña que nunca porque se pudo ver en la clasificación el año pasado que a veces no había más de tres o cuatro décimas entre los mejores equipos y los equipos del mediocampo"Para ello, parte de la base de que por el momento es muy complicado hacer un coche de cero y desarrollarlo para que esté a la altura sin que exista ese cambio reglamentario que se espera en un futuro más próximo. Ahora bien, espera estar luchando en la zona media de la parrilla: "Esas tres o cuatro décimas son muy difíciles de encontrar en esta era de límites presupuestarios y regulaciones muy restringidas".
Sin presión, así afronta el año Carlos Sainz, que ha dado más detalles sobre la mentalidad que hay en el seno de la escudería, quienes le han querido tranquilizar transmitiéndole la máxima tranquilidad para que se adapte lo mejor posible y deje de pensar en lograr los mejores posibles, contando con ese extra de presión por el cambio de equipo: "Lo hemos considerado como un año de transición, un año de preparación para estar listos para las oportunidades que podría traer el 2026".
Con los pies en el suelo
Pasar de "Il Cavallino Rampante" a la firma de Grove supone un cambio en la dinámica interna del equipo y su manera de relacionarse entre ellos. Esto es algo que no le preocupa en exceso a Sainz, que asegura que lo que busca es generar una buena armonía en el interior del box que le permita seguir creciendo.
Tanto es así, que siendo consciente de que el nivel de ambas marcas es distinto, prefiere estar calmado e ir dando pasos al frente poco a poco. Eso sí, su objetivo está claro y asegura que espera estar luchando por las posiciones de puntos de manera continuada, aunque para ello tendrá que adaptarse a su nuevo monoplaza: "Creo que será un desafío incluso llegar a las diez primeras posiciones con la competencia que hubo el año pasado en esta parte del campo", sentenciaba Carlos Sainz, que está deseando subirse al coche en los próximos test que se realizarán del 26 al 28 de febrero en el trazado de Bahréin.