El primer día de trabajo real para Carlos Sainz había sido hoy con las sensaciones al volante del SF71-H en los test privados de Ferrari. Tras las pruebas realizadas por Robert Shwartzman, Giuliano Alesi, Marcus Armstrong y Charles Leclerc, el turno del español había llegado el miércoles donde se le vio con el mono rojo y estando al lado de su equipo de trabajo que le acompañará de ahora en adelante. Con esta jornada, el español había superado el centenar de vueltas al trazado de Fiorano. La escudería no solo le ha dado una oportunidad de rodar, sino que el jueves por la mañana será la segunda y última antes de los test de pretemporada.
Primer día trabajando para los de Maranello
"¡Un día que nunca olvidaré! Esta mañana, la alarma sonó al amanecer porque teníamos algunas reuniones antes de salir a pista. Uno de los momentos más especiales para mí había sido cuando llegué al circuito y vi el Ferrari con el número 55. Estaba impaciente por saltar al coche y la primera vuelta de instalación había sido emocionante. Después nos pusimos a trabajar y estoy encantado por cómo fue el día. Fuimos capaces de completar un progreso intensivo y me sirvió para familiarizarme con los ingenieros, mecánicos, volante y los procedimientos son diferentes a los del coche que piloté la pasada temporada".
"Había sido bueno tener a mi padre allí en un momento tan importante en mi trayectoria. Me gustaría agradecer a Mattia [Binotto], Laurent [Mekies] y a todos por esta calurosa bienvenida y por un primer día positivo en el coche de 2018. Estoy muy feliz y no podía haber tenido un comienzo mejor", ha finalizado el piloto español en palabras recogidas del comunicado de prensa publicado en la página de la Scuderia Ferrari.