El piloto español Carlos Sainz correrá el año que viene como piloto principal de la escudería británica Mclaren como sustituto del asturiano Fernando Alonso. El nuevo papel del madrileño representa un salto de calidad, una oportunidad para mostrar sus capacidades para liderar un equipo de Fórmula 1. Si bien la aventura en la que se embarcará en 2019 es indudablemente un episodio de progreso personal para el piloto, no está claro objetivamente si deportivamente supondrá una mejora respecto de su etapa con Renault. Los logros de Sainz con la escudería francesa han supuesto esta pasada temporada, principalmente, quedar en el top 10 en la clasificación de pilotos, suponiendo ello haber superado a Fernando Alonso, y a varios del os pilotos de los equipos rivales que compiten por el control del ecuador de la tabla.
Sainz asegura que todavía está "confundido" acerca de un cierto problema de inestabilidad que tuvo en Renault, problema que afectó su capacidad, tal y como él mismo recuerda, para anotar tiempos rápidos en las sesiones de clasificación. Carlos Sainz ha dejado Renault pero todavía no sabe qué causó los problemas de inestabilidad que fueron el hilo conductor de la temporada pasada. El nuevo conductor de McLaren aseguraba que "cuando se trataba de encontrar los límites del automóvil de Renault, siempre he sido capaz de luchar a fondo incansablemente. Aplicando solo un poco más de presión en los frenos, siempre aparecía instantáneamente un poco de esa inestabilidad. Ese punto es precisamente sobre el que he estado estudiando y trabajando duro, tratando de nivelar el coche durante todo el año: tratando de recuperar la estabilidad en el punto de buscar la comodidad al llegar al límite, una estabilidad que realmente el coche nunca logramos que diera", explicaba el español.Un problema permanente
Sainz dijo que el problema de la inestabilidad surgió por primera vez a principios de temporada y descubrió que tratar de solucionar el problema provocaba una pérdida de velocidad. "Me ha confundido mucho durante el año", decía. "He estado investigando mucho para probar con distintas configuraciones para anularlo, pero a veces tuve que hacer demasiados compromisos para encontrar la estabilidad adecuada", compromisos que daban como resultado apostar por reducir los niveles de velocidad punta. "En general, no he logrado quitarlo al 100% en todo el año, en general, es cierto que nunca me he sentido cómodo en las clasificaciones para obtener las últimas dos décimas", explicaba Sainz.
Ahora que el piloto madrileño se ha mudado a McLaren, le toca ingeniárselas para trabajar con un auto que ha dejado también muchos debates abiertos acerca de la estabilidad, así como de la fiabilidad. Un año en que Sainz vivirá la responsabilidad de ser primer piloto, lo que supone dar la cara al volante de una máquina que tal vez tenga también ciertas asignaturas aún pendientes para superar. "Espero que pueda llevar el auto al máximo para obtener mejores resultados en la calificación", concluía Carlos Sainz.