El año de Ferrari está resultando ser un gran desastre, puede que para los de Maranello fuera algo esperado cuando vieron cómo se gestaba el SF1000. Ya después lo confirmaron al ponerlo en pista en los test de pretemporada disputados en el trazado español de Montmeló. Puesto que vimos la forma en que emprendían su rumbo a la primera carrera de la temporada en Australia, acontecimiento que finalmente no se celebró. Pero la apariencia de Ferrari estaba lejos de mostrar que aspiraban a estar en la pelea por el título. Esta actitud se volvió a repetir en Austria, y desde entonces, ha sido constante cada cita. Nada que ver con el ánimo y la fiesta montada a principios de año en la presentación del coche en Italia una tarde de febrero en el Teatro Municipal Romolo Valli de Reggio Emilia.
Hemos escuchado de continuo las palabras de los pilotos y de Mattia Binotto, cada uno con su furma de aceptar este fracaso, Sebastian sabiendo que se va, Charles a sabiendas de que le quedan muchos Grandes Premios intentando domar este caballo herido y que parece haber olvidado quién fue, Mattia intentando mantener la imagen de unidad, un largo etcétera que se muestra insostenible cuando se les ve pelear por entrar a Q2 o entre los diez mejores. Porque es duro, pero es la realidad, a Ferrari le cuesta hasta acabar en la zona de puntos cada domingo. Y, si no mejoran un poco, hasta Alpha Tauri podría superarles en la general del campeonato, 13 son los puntos que les distancian ahora mismo. Pero de caer ante los de Faenza serían octavos de un total de diez equipos, solo superarían a sus dos equipos cliente, Alfa Romeo Racing y Haas F1 Team, otras dos escuderías que están deseando que 2020 acabe pronto.En esta ocasión ha hablado Louis Camillieri, el directivo de la Scuderia no tiene palabras que den confianza a nadie en este momento. Esperan que 2022 sea la clave que cambie el orden de las batallas, que les suba de nuevo a la cabeza. No hay mucha confianza en las actualizaciones que puedan llevar a las carreras, pues precisamente lo que menos transmite en sus palabras es confianza. Parecen derrotados, esperando que algo externo haga su trabajo. Son conscientes de sus limitaciones actuales, pero no parece que vaya a haber un cambio de cara a un corto plazo.
Conscientes de la situación, pero sin rumbo
"Ahora estamos en un agujero, y lo sabemos, sabemos que estamos en un hoyo. Es un cúmulo de factores, pero cualquier cosa que diga se verá como excusa. Y no nos gustan las excusas. Así que lo que importa es centrarnos en los problemas que tenemos y trabajar duro, con determinación para volver a lo que consideramos nuestro lugar legítimo".
¿Mejorar antes de 2022?
"Quiero decir, de manera realista, va a ser difícil. En la Fórmula 1 siempre estamos luchando contra el tiempo, tanto en la pista como en el desarrollo, y no hay una fórmula mágica. Así que nos tomaremos tiempo. Espero que con un poco más de flexibilidad en las reglas el próximo año podamos al menos dar un paso adelante desde donde estamos. Sobre Mercedes, me gustaría felicitarles a ellos, han hecho un trabajo increíble y veremos en 2022 con las nuevas regulaciones, si crea un reinicio. Esa es nuestra esperanza".
Ferrari y sus 1000 carreras
"Sencillamente, creo que Ferrari y la Fórmula 1 están unidos de forma total. ¿Cómo imaginar la Fórmula 1 sin Ferrari? ¿O al revés? Hemos estado allí desde siempre y somos el único equipo. Otros van y vienen. Y sí, la historia también crea presión. Así que estamos ansiosos por los próximos mil".
