El piloto neozelandés pasó sin pena ni gloria por la Fórmula 1 después de haberse cuestionado su talento al volante del STR13. El 2018 para Brendon Hartley fue una odisea porque, a mitad de temporada, parecía que se le estaba buscando sustituto por su bajo rendimiento en comparación a su compañero de equipo, Pierre Gasly, que estaba teniendo unas muy buenas actuaciones. Lo que más afectó al piloto fue que el asiento que le pertenecía parecía que se ponía en venta y muchos nombres sonaban para hacerse con él. Y así fue en diciembre cuando se confirmó la salida de Brendon y la llegada de Alex Albon a Toro Rosso desde la Fórmula 2.
El sueño de la F1 que solo duró un año
"Cuando era pequeño, soñaba con que quería ser un piloto de Fórmula 1. Me imaginaba vestido como Jean Alesi, imaginaba saborear el champán, también me sentaba en el suelo de mi habitación en Palmerston North en Nueva Zelanda, cerraba mis ojos y daba vueltas por las calles de Montecarlo. Nunca hubiera pensado en el final y, al menos, ahora todo se acabó. Ya no seré un piloto de F1 nunca más".
"No escribo esto esperando comprensión, simplemente quiero contar algunas historias de uno de mis mejores años de mi vida. Quiero dar algunas percepciones de cómo es una temporada en el coche de tus sueños. Estoy aquí por las oportunidades que he tenido, por las personas maravillosas que tengo a mi alrededor porque ellos son parte de esta historia. Antes de contar cómo casi he perdido mi asiento a mitad de temporada, de cómo piloté bajo presión como nunca me había pasado antes y de mi final en Abu Dabi, contaré cómo comenzó el año y fue con una boda".
"La primera carrera del año consistió en controlar las expectativas, sabía que teníamos un coche que podía puntuar y que era capaz de conseguirlo. Aunque nuestro comienzo fue frustrante porque hubo veces que podía haber hecho un trabajo mejor y otras que fueron oportunidades perdidas. Podía haber usado la excusa que no estuve en monoplazas desde hace 7 años pero me mantuve optimista, concentrado en aprender de lo bueno y de lo malo. Aunque no fue el inicio ideal".
