La temporada 2018 está siendo una auténtica "montaña rusa" para Toro Rosso. El equipo de Faenza comenzaba los test invernales de Barcelona con buenas sensaciones, sin embargo, en el inicio de la competición oficial, el motor Honda no tardaba en dar los primeros problemas a los italianos, que se echaban las manos a la cabeza e imploraban para que no se repitieran los contratiempos que había experimentado la marca japonesa junto a McLaren durante los tres años anteriores. Algo que pareció surtir efecto, pues en Baréin, la segunda prueba puntuable de Campeonato, Pierre Gasly fue capaz de cruzar la línea de meta en una estratosférica cuarta posición, algo impensable para Toro Rosso tras el mal arranque de campaña.
A partir de ese momento, el filial de Red Bull ha cosechado todo tipo de resultados: desde varias retiradas, pasando por el décimo puesto de Hartley en Bakú (su primer punto en Fórmula 1) y el reciente séptimo lugar logrado por Gasly en el pasado Gran Premio de Mónaco. Precisamente de esta amalgama de resultados ha hablado Hartley, quien no duda en admitir que todos los integrantes del equipo se crearon demasiadas expectativas tras Baréin, las cuales no eran las reales para el equipo. Y es que, desde el garaje se hablaba de un inicio realmente complicado en este 2018, de modo que después de conseguir esa cuarta plaza en el circuito de Sakhir de la mano de Pierre, no es de extrañar que la perspectiva cambiara de manera radical.
Aprenden de los errores
"Es muy justo decir que todos los miembros del equipo nos excedimos con nuestras expectativas tras la carrera en Baréin. En la reunión que mantuvimos antes del comienzo de la temporada, el tema de conversación fue: 'Mirad chicos, las primeras carreras van a ser realmente duras para nosotros'. Pasamos todo nuestro tiempo y nuestra energía incorporando a Honda, y desde entonces se han producido un montón de cambios que no se han visto en la aerodinámica, haciendo que hayamos dado un paso atrás para después dar dos adelante a lo largo de la temporada. Cuando fuimos a Baréin, nuestras expectativas dieron un giro de ciento ochenta grados, y probablemente también la de todos los demás", comenta el piloto neozelandés en unas declaraciones concedidas a Autosport.
Por otro lado, y ante este notorio comienzo de altibajos, Hartley aboga por continuar trabajando desde la humildad y centrarse en el presente. Asimismo, asegura que el equipo ahora sí es consciente de cuáles son sus metas reales, de modo que el fin principal es centrarse en alcanzarlas. Por ahora, Toro Rosso ocupa la séptima posición en el Mundial de Constructores con 19 puntos (unos números superiores a los que se preveía en un principio), empatado con Haas (8º) y a solo siete puntos de Force India, su rival más directo tras las seis primeras carreras de la temporada: "Como ya he comentado, el resultado obtenido en Sakhir fue mucho más alto de lo que esperábamos. Por ello, necesitamos calmarnos y seguir trabajando paso a paso para mejorar nuestras actuaciones. Ahora sabemos hasta dónde podemos llegar, y estamos intentando volver a ello", concluye el pupilo de la escudería de Faenza.
