Conservar el asiento había sido el principal objetivo de Antonio Giovinazzi desde que había llegado a Fórmula 1 en 2019. Hubo candidatos para hacerse con ese puesto, pero el italiano ha sabido responder, a pesar de las numerosas dificultades que se ha enfrentado en una etapa tan corta en la categoría. Las miradas de los jefes de Alfa Romeo están puestas únicamente en él, ya que Kimi Räikkönen no tiene nada que demostrar en esta etapa final de su carrera deportiva. La presión ha sido constante, aunque se ha ido ganando la aprobación de Frédéric Vasseur con el paso de las carreras, incluso había afirmado que Antonio tiene que seguir mejorando para convertirse en el futuro líder del equipo. En 2020 había sido difícil demostrar su potencial por la falta de competitividad de su monoplaza, aunque había logrado mejorar en clasificación y carrera y ganar consistencia, la cual le faltaba en su primer año en F1.
Solo importa el presente, el futuro no es relevante aún
"Por el momento no pienso en otra gente, estoy concentrado únicamente en mí mismo. Esto es lo que siempre haremos, intentaré mejor y después veremos. Mirar a otros pilotos no es algo que me ayude a mejorar, por eso no me importa. Nunca sabes qué pasará en el futuro, pero esta temporada solo miro por rendir a un buen nivel en Alfa Romeo. Mi único objetivo es realizar el mejor trabajo posible con ellos, estoy convencido de que lo estoy haciendo bien aquí y ya veremos qué nos depara el futuro", ha finalizado el italiano, sin preocuparse demasiado sobre si peligrará su asiento en su actual equipo más allá de 2021 o si buscará nuevo rumbo en 2022.