El que fuera piloto de la escuela de Red Bull recuerda aquella etapa complicada que fue su única oportunidad en el Gran Circo. Y es que parece que cuando se alcanza la categoría el sueño está cumplido y todo pasa a ser disfrutar de ser piloto de F1. Pero la realidad de Jaime no fue esa, con el tiempo considera que quizá esa oportunidad no fue la mejor para él. Sin embargo, cuando se le presentó no había más remedio que afrontarla, pues podría ser que no hubiera más.
Aunque los años han pasado y Jaime continúa teniendo sueños de aquella época, un trauma recordar durante sus momentos de descanso a Helmut Marko molesto y regañando al piloto. Es algo que aún no ha podido superar de ninguna manera y eso que puso tierra profesional de por medio al dedicarse a otra de sus pasiones, la música como dj. Parece ser que lidiar con la figura de Helmut Marko no es una tarea sencilla y deja mella en algunos pilotos, 15 años después, Jaime sigue sufriendo aquel tormento y no consigue dejar ese pasado atrás.
La soga de Red Bull y la sombra de Helmut
"Eso fue un ultraje, tenía 19 años, pero ya no tanto por mi edad, sino porque no había pilotado el coche y me subí a mitad de año. En ese momento yo era el jefe del equipo junior, había ganado la Fórmula 3 en Gran Bretaña y se les ocurrió eso. Pero era la única oportunidad que tenía, tal vez no era la mejor oportunidad, pero era la única oportunidad que tenía. No estaba listo para ir allí, en todos los sentidos, pero no había otra manera. No puedes decir que no porque no sabes cuándo volverá a suceder. Percibes a Red Bull como si fuesen tus padres, porque ellos son los que han pagado tu carrera para competir y ellos toman las decisiones".
"Te diré algo, cuando duermo tengo sueños muy extraños de esa época. Sobre todo la impotencia y la frustración de no llegar nunca, de ver al señor Marko siempre enfadado, riñéndome, como si fuéramos niños, me veo así. Esto ha creado un trauma, y estoy convencido de que [Sebastien] Buemi, y muchos otros también lo están pasando. Esto no lo he podido limpiar, he hecho terapias, cuando me retiré del motor, varios psicólogos me ayudaron a lidiar con esto para hacer una nueva vida, pero yo quería lidiar con esto para limpiar todo lo que había vivido antes".
"Ahora, aun así, me vienen cosas raras a la cabeza. Y, a veces, me despierto como llorando, cuando he hecho una gran vuelta y encuentro la cara del señor Marko y está enfadado. Todo esto, desde que tienes quince años".
