La temporada 1994 arrancaba con muchas esperanzas puestas en el brasileño y en Williams, que venían de dominar aplastantemente en 1993 gracias a Alain, la suspensión activa, los frenos abs, el ?fly-by-wire?, la transmisión semi automática y alguna que otra cosa más, pero el primer jarro de agua fría vino cuando se prohibieron todas esas ayudas electrónicas.
Un espectacular accidente provocado por el finlandés Mika Hakkinen elimina nada menos que a 11 coches en la salida. De ese modo el austriaco Gerhard Berger solo tuvo que esperar a que Michael Schumacher cuyo Benetton también había quedado dañado en la salida claudicara para imponerse con gran comodidad por delante de los Ligier de Olivier Panis y Eric Bernard.
Un pletórico Nigel Mansell que había sido llamado a filas por su antiguo patrón Frank Williams para ocupar la vacante del malogrado Ayrton Senna obtuvo el triunfo en la edición de 1994. Esta carrera también marcó el primer título mundial de Michael Schumacher, que sufrió un controvertido toque con Damon Hill que dejó fuera de juego a ambos contendientes y que proclamó campeón al que más puntos atesoraba antes de la prueba australiana.