Scudería Ferrari: Quiero, pero ahora no puedo...
por Ricardo Grande
La pretemporada 2011 rezumaba optimismo para la escudería Ferrari. El equipo más laureado de todos los tiempos afrontaba un nuevo año con la espina de Abu Dhabi clavada en sus rojas carnes, conscientes de que aquello fue un error que bajo ningún concepto debe repetirse. Los test realizados situaban al equipo italiano en una posición muy favorable, tras la estela de Red Bull y abriendo brecha con McLaren, Mercedes y Lotus Renault. En Maranello se frotaban las manos ante la previsiblemente exitosa temporada que se presentaba. Si ya en 2010 consiguieron pulir detalles de un monoplaza no competitivo hasta el punto de permitirle luchar por las victorias e incluso por el campeonato de pilotos, lo que pudiesen hacer con el F150 Italia tal vez llegara a ser mucho más grande y esperanzador, mucho mejor. Atrás quedaba el golfo Pérsico, la catástrofe de Arabia, por delante sólo había esperanza, mucha esperanza, y mucho trabajo que hacer para confirmar que, ésta vez sí, Ferrari iba en serio.
No comenzó especialmente bien la temporada para el Cavallino. El mejor resultado en Australia fue el 4º puesto de Fernando Alonso, que comenzó el año como acabó el anterior, por detrás de Petrov, un Petrov cuyo equipo asustaba, y de qué manera, pero que terminó por perder fuelle hasta un punto preocupante. Sin embargo, no sólo la carrera de Melbourne resultó terriblemente frustrante para los intereses del equipo de Maranello, ni en Malasia ni China se consiguieron resultados verdaderamente a tener en cuenta. Hubo que esperar a Turquía para ver el primer podio de la temporada del equipo italiano, con el tercer puesto de Fernando Alonso.
Lo cierto es que, desde que en 2007 se consiguiera el último título de pilotos, la escudería Ferrari ha entrado en un peligroso bache de resultados. Lucharon en 2008 por revalidar título, pero no fue posible. Desde entonces parece como si el equipo no levantara cabeza, pues el F60 de 2009 resultó ser uno de los mayores pufos que se recuerdan en Maranello. La fulminante y vergonzosa despedida de Kimi Räikkönen al término de una temporada para olvidar propició la incorporación al equipo de un Fernando Alonso que parecía traer un soplo de aire fresco a un equipo no acostumbrado a perder de manera tan seguida. El arranque de 2010 fue bestialmente agridulce, con un doblete en la primera carrera, pero nada más. De ahí en adelante las victorias comenzaron a repartirse entre el equipo Red Bull y McLaren. Parecía imposible luchar por un mundial que se iba alejando carrera tras carrera, pero un cúmulo de suerte y buenas actuaciones permitieron a Fernando Alonso encaramarse al liderato del mundial, liderato que perdió, de la manera más cruel, en Abu Dhabi, último Gran Premio del año.
Olvidado aquello, Ferrari parecía haber creado un monstruo, un monoplaza capaz de desafiar a la mismísima evolución del RB6. Los test de pretemporada nos presentaban un horizonte claro y esperanzador, pero la realidad ha resultado ser bien dura y distinta. Ferrari no está al nivel, y necesita un milagro para encontrarlo a tiempo. Conscientes de ello, desde Maranello se ha intentado dinamitar de manera canalla, sucia y vil la hegemonía de aquellos que realmente son capaces de humillarles, los Red Bull. Stefano Domenicali ha vertido duras acusaciones contra el equipo austríaco, acusaciones que ya he repetido más de una vez, y en las que no quiero extenderme demasiado. Todos en el paddock son conscientes que la queja por el uso del difusor soplado fue comandada por el equipo italiano, pues son los que "menos tienen que perder"con la prohibición del sistema, o mejor dicho, son los que más saldrían ganando. Ferrari se ha caracterizado siempre por el poderío de sus motores, que les hace olvidar el aspecto clave hoy en día de la F1: la aerodinámica. El mismísimo Enzo Ferrari afirmaba que "la aerodinámica es para fracasados que no saben hacer motores". Visto lo visto habría que resucitar al bueno de Enzo y decirle, amistosamente, "hacer buenos motores es digno de fracasados que no entienden de aerodinámica"...
Luego, un tema que me divierte especialmente... ¿Qué pasa con Alonso, que nunca tiene suerte?. Ya lo dije anteriormente, y lo repetiré las mismas veces que lo repite el forofismo sensacionalista: nunca tiene el asturiano un monoplaza digno de él, pues el Renault era un mal coche, en McLaren todos le odiaban, y ahora, que por fín y después de mucho lloro, pataleta, ataques contra Felipe Massa y patadas en el trasero a Räikkönen, se ha conseguido que llegara a Ferrari, ahora, después de todo, resulta que tampoco tiene un coche vencedor... Pero ¿nadie se ha parado a pensar en serio en el vergonzoso despido de Kimi?. Pues tiene una razón muy sencilla, tan sencilla y real como dolorosa: el finés no estaría jamás dispuesto a estar por debajo de Fernando Alonso y ser su pelele, su muñeco de trapo, su 'termómetro', como lo está siendo Felipe Massa. Räikkönen, campeón con carácter, se habría pasado el "Fernando is faster than you" por donde todos sabemos, y eso Ferrari no podía consentirlo. ¿Cual es el problema? Que desde Maranello no parecen darse cuenta de que donde hay que centrarse es en mejorar el monoplaza, que los resultados luego los buscarán los pilotos... Pero que sigan, que sigan allanándole el camino a Red Bull en la pista, mientras que intentan destruirles fuera de ella.
http://6cero.com/a/rgrande17/2011/jul/scuderia-ferrari-quiero-puedo/135806