Las Vegas 1981:¿Quien dice que las ordenes de equipo se cumplen?
El ex piloto Carlos Reutemann fue uno de los pocos competidores
en la historia que se negó a obedecer una indicación similar a la que
emitió ayer Ferrari, pero en el caso de "Lole" la pagó con la pérdida
del título.
Jones escoltó a Reutemann en Argentina, pero en Brasil el orden se
invirtió. El team ordenó a Reutemann respetar la consigna que le
imponía no atacar a Jones si éste estaba en punta, ni
acercarse a menos de 7” o la de dejarlo pasar si se acercaba en las
últimas diez vueltas y ocupaban posiciones puntuables. El
cartel,tajante, ordenaba “Jones Primero, Reutemann Segundo”. El
argentino,empero, había recibido de Frank la promesa de avalarle en el
camino al cetro si renunciaba a Lotus para apoyar en 1980 los deseos
del team.Reutemann consideraba que tras ayudar a Jones y Williams en
1980 mientras él quedaba tercero en el ranking (con un record de pruebas
marcando puntos , pero apenas una victoria en Mónaco) en 1981merecía su
oportunidad. Así, venció en Brasil ante un contrariado Jones.No obstante "Lole" adujo no haberlo visto por la lluvia y terminó con la victoria, pero el descontento de la escudería era tan grande como el del mismo australiano, quien no fue al podio.
Transcurrieron las carreras y el
santafesino era el líder del campeonato con 17 puntos de ventaja cuando
faltaban seis carreras, pero los autos Williams empezaron a transitar
por un desempeño irregular, atribuido al cambio de firma en los
neumáticos.
Lo cierto fue que a la carrera final llegó como líder
Reutemann y segundo a un solo punto el brasileño Nelson Piquet, que
tenía que terminar por delante del argentino para ser campeón.
Se dice que en esa última prueba
Reutemann sucumbió a la presión, ante su propio carácter sombrío e
impenetrable que el propio Enzo Ferrari habíatildado de “atormentado y
atormentante”. Que quizá los nervios y laemoción ante la cercanía de un
cetro largamente esquivo le iban a jugar una mala pasada
Básicamente
la gran dificultad fue que después de los ensayos oficiales el
“Lole”declaró que prefería usar otro motor y otro sistema de cambio. En
elteam le han dejado elegir entre lo que había, que tampoco era
tanto, apenas tres motores disponibles, uno de los cuales se había
reconstruido hacía poco y tanto Jones como Reutemann habían probado
sinquedar satisfechos. Pero el día de la carrera
descubrió con sorpresa que el mejor motor y el mejor cambio
disponibles-justo los que había pedido él- estaban ambos instalados en
el auto de Jones, impecablemente atendido por un enjambre de mecánicos capitaneado
por Frank Dernie y Wayne, un paisano de Jones que siempre le fue fiel
durante su carrera y era Jefe de Mecánicos de Williams. En
el auto de Reutemann un pequeño grupo de mecánicos que no estaba
ocupado con el auto de Jones montó el menos rodado de los dos motores
restantes, justamente el que había sido recién reconstruido y cuyo
rendimiento no era óptimo. No era lo mejor, pero algo podía hacerse. En
cuanto se refiere al cambio, los piñones y engranes estaban tan usados
que el periodista Doodson opinó que no podían usarse bajo concepto
alguno en ninguna carrera. Sin embargo
Reutemann los usó y con ellos largó al frente del pelotón. Trató de
mimar el motor y el cambio lo más que pudo, pero irremediablemente fue
perdiendo posiciones. Jones se escapó en punta, luego
Prosttambién lo rebasó y así sucesivamente. En las postrimerías de la
carrera, las esperanzas de tomar puntos eran muy pocas aunque los
problemas con el cambio no afectaban solo a Reutemann, sino a otros
pilotos, pero entonces Nelson superó al argentino y se alejó en vía
hacia lo que será la 5ª plaza. El argentino en cambio fue cubriendo las
vueltas como podía, esperando que Nelson no pudiera consolidar la
5ªplaza o que él pudiera, de alguna forma, arañar la 6ª y decidir todo
al average. Pero nada de eso ocurrió, Reutemann solo acabó 8º y con el
5º lugar muy bien conquistado, Nelson se ceñía el cetro con apenas un
punto de ventaja, justamente por no sucumbir ante ninguna presión
durante una temporada intensa. El carioca cruzó la meta agotado, pero feliz y Reutemann era un hombre moralmente destruido. Cuando
Doodson vio el cambio del argentino, ya desmontado, declaró que haber
acabado la carrera era una hazaña y que llegar 8º era un milagro. Sin
embargo para Reutemann el trago más amargo fue ver a Jones ganar esa
tarde, justamente usando el motor y el cambio que previamente él había
seleccionado para su máquina y que el team había prometido instalarle.[/size]
Fue la gran frustración de "Lole", quien años después admitió haber visto el cartel, pero remarcó: "Aceptar esa orden era como bajarme los pantalones y no estaba dispuesto a hacerlo".