El año pasado, con ocasión de los habituales test de pretemporada, estuve en una reunión de amigos, muchos de los cuales se pasan por este blog, donde cruzamos las lógicas apuestas sobre la temporada que se avecinaba. Yo aposté por Mark Webber, siendo casi el único que se desmarcó del dúo Vettel-Alonso.
Las razones que me llevaron a aquella elección, en una pretemporada en la que nadie pensaba en el australiano, fueron básicamente dos: iba a disponer del mejor coche de la parrilla, y Vettel iba a cometer errores. La apuesta estuvo a punto de salirme bien, y me pasé todo el año recordando aquella predicción, al contemplar la hemorragia de elogios que el australiano se llevaba día si y día también por parte de todos aquellos que durante el invierno le habían ninguneado (y no me refiero a mis amigos).
Este año, en la misma reunión, mi apuesta ha vuelto a ser arriesgada, ya que lo hice por Michael Schumacher. Y ahora aquí, en mi blog, reafirmo esta opción. Cuidado: no estoy diciendo que haya que salir corriendo a las casas de apuestas y jugarse el sueldo a favor del alemán. No es esa mi intención ni mi razonamiento va en ese sentido.
Es evidente que por lógica y por lo que se ha visto durante este invierno, el título va a ser un duelo entre Vettel y Alonso, una prolongación del final del año pasado. Ambos son los más fuertes en estos momentos, y ese debe ser el duelo: el Red Bull y el Ferrari de nuevo frente a frente, con dos claros pilotos nº1 y nº2. Y digo dos claros números 1 porque este año no creo que Webber pueda repetir una actuación como la de la pasada campaña.
Alonso seguirá ganando, y es el favorito junto a Vettel (Foto JM Rubio/B.Santader).
Pero si hay alguien que va a romper esto, o se va a inmiscuir de forma decisiva en esa lucha, bien sea ganando carreras o incluso luchando por el título, estos serán Michael Schumacher y Nico Rosberg, los dos pilotos de Mercedes.
Mi teoría es que hoy por hoy, Alemania es el país más fuerte y con mayor potencia de la zona europea. Una vez más es el país que está tirando del carro, y su economía está creciendo a un ritmo pasmoso dadas las circunstancias que nos rodean. Esto permite a las empresas y al gobierno alemán invertir, mirar hacia el futuro, y por tanto gastar un buen dinero en proyectos a medio plazo. Y varios de esos proyectos están relacionados con la industria del automóvil, unos de los pilares de la economía alemana.
Por tanto es lógico pensar que la firma más poderosa de la automoción de este país, que obviamente es Mercedes, no habrá tenido ningún problema presupuestario para desarrollar el Kers, que unido a su motor, que siempre se ha dicho que era el mejor de la parrilla, le darán un plus de eficacia. Y si algo no va bien, sus recursos y los de su entorno le permitirán rectificar cualquier error y desarrollar sus opciones a gran velocidad. Dicho de otro modo: hay muchas empresas alemanas desarrollando energías alternativas, y por tanto muchas investigando en el kers o proyectos similares, y colaborar con Mercedes sería excelente para ellas.
La potencia alemana será determinante (foto, Anna Santos).
Por otro lado, el año pasado pronto quedó claro que el MGP W01 heredero del campeón del Mundo de 2009 estaba muy lejos de los RB, Ferrari y McLaren, y es de suponer que Ross Brawn, como ya hiciera al llegar a Honda, se puso pronto manos a la obra con el coche del año siguiente. La poca evolución o el poco progreso que mostró el Mercedes 2010 me hacen pensar que los principales cerebros del equipo miraron muy pronto hacia 2011.
Ello significa que si todo se ha hecho como se supone, el chasis y la aerodinámica del Mercedes estarán a la altura del motor, formando un conjunto que me hace suponer que va a estar en el grupo de cabeza. Y una vez planteado esto, para los pilotos vale lo mismo que el año pasado para los de RB: puede que Rosberg sea hoy por hoy más rápido, pero si se encuentra en el grupo de cabeza cometerá algunos errores propios de la inexperiencia.
Y además tendrá que luchar contra dos factores: el interés de la propia Mercedes en ganar con “Schummy”, y la alianza Brawn-Michael, que ya fue legendaria en Ferrari y que no tiene porqué no repetirse ahora. Si añadimos a ello que Pirelli ha hecho neumáticos que obligarán a varias paradas en boxes y por tanto permitirán diversas opciones tácticas, esos dos estarán en su salsa.
Nico Rosberg, aquí con el coche 2010, también tendrá sus opciones (foto Circuit de Catalunya, como la que abre esta entrada).
Y más. A Ecclestone y su entorno ya les va bien el protagonismo alemán en todas sus formas, porque hoy por hoy eso es símbolo de negocio. Y si los países árabes entrar en crisis y ¡por fin! tiene que volver a mirar hacia Europa, su primer destino para conseguir dinero será Alemania. Así que no pondrá ninguna pega si es Mercedes quien le planta cara a los dos favoritos, y aunque Vettel también es alemán, desde 2006 nadie ha repetido título, así que el piloto de RB es favorito, pero menos. Un título para Schumacher tendría una gran repercusión mediática en todo el mundo, y no digamos en Alemania.
Y por último, un pequeño detalle: al llega a Madonna di Campiglio le preguntaron a Fernando Alonso quien sería su más peligroso rival para esta temporada. Y antes de los test, de las pruebas, los ensayos, las suposiciones y las elucubraciones respondió: “Michael Schumacher”.
Supongo que nadie discutirá que este sabe de lo que habla mucho más que cualquiera de nosotros.
Fuente: Blog de Carlos Castellá