Janet tiene la capacidad de alterar su propio tamaño, aunque generalmente utiliza ese poder para menguar en lugar de aumentar el mismo. Mediante concentración es capaz de reducir su tamaño al tamaño de una avispa, y recuperar su tamaño normal a voluntad. Dicho poder procede de las partículas Pym, descubiertas por Hank Pym, procedentes de la dimensión Kosmos. El poder de Janet dependía inicialmente de dosis de dichas partículas para poder ser activado, pero la exposición repetida a estas terminó por hacer que no dependiera de ellas, formando las partículas parte de su organismo.