Wanda es la hija de un mutante llamado Magneto, y de una gitana llamada Magda. Poco antes de su nacimiento, su madre huyó aterrorizada a causa de los extraños poderes mostrados por su padre, Magneto, y sus planes declarados de dominar al mundo. Buscando refugio en la ciudadela científica de Wundagore, Magda fue asistida por Bova, una mujer evolucionada de una vaca por el Alto Evolucionador, un genio genético. Magda dio a luz dos gemelos, un chico y una chica, actuando Bova como comadrona. La noche en la que nacieron los gemelos el Dios Primigenio Chthon trataba de manifestarse en la dimensión de la Tierra y, aunque no lo logró, dejó una parte de él en Wanda, lo que alteraría sus futuros poderes mutantes hacia la magia. Magda, temerosa de que su marido la encontrara y le obligara a desvelar el paradero de sus hijos abandonó Wundagore y se internó en la montaña para morir en medio de una tormenta de nieve. Creyendo que el ambiente de Wundagore no era el más propicio para vivir dos niños, Bova tuvo una idea cuando días mas tarde se presentó una pareja de norteamericanos de vacaciones en Europa, Robert y Madelyne Frank, que llegaron a la ciudadela buscando asistencia para un parto. Durante el parto hubo complicaciones, y tanto Madelyne como sus hijos no nacidos murieron en el nacimiento. Bova se presentó ante Robert con los hijos de Magda y Magneto, presentándolos como hijos de Robert y Madelyne, era un intento de Bova de mitigar el dolor de Frank, y también de buscar acomodo a los dos niños, sin embargo, cuando Frank se enteró de que su mujer había muerto, huyó de la ciudadela loco de dolor, solo para regresar años mas tarde, creyendo todavía que Wanda y Pietro eran sus hijos.
Bova llevó a los niños ante el Alto Evolucionador, y este se comprometió a buscarles alojo. El Alto Evolucionador encontró a Django y a Marya Maximoff, que habían perdido a sus dos hijos, Ana y Mateo, y les ofreció a los dos bebes. Los Maximoff aceptaron el extraño regalo del Alto Evolucionador, y dieron a los niños los nombres que su madre había escogido antes de desaparecer en la tormenta, Wanda y Pietro. Años más tarde, Django llegó a creer que Wanda y Pietro eran en realidad sus desaparecidos hijos, Ana y Mateo.
Ambos niños descubrieron sus poderes en la adolescencia, y Wanda aprendió que haciendo determinados gestos provocaba raros fenómenos. Cuando Django empezó a robar comida para alimentar a su familia, los habitantes del pueblo afectado atacaron el campamento gitano, mientras Pietro huía con su hermana, las circunstancias de la separación familiar fueron tan traumáticas, que durante años ambos hermanos perdieron la mayoría de los recuerdos de lo sucedido en su infancia. En los años posteriores a su huida, Wanda y Pietro vagaron por toda Europa Central, viviendo de lo que podían, un día, Wanda incendió accidentalmente una casa por culpa de sus poderes, y fue perseguida por los enfurecidos lugareños, y a pesar de que Pietro usó su velocidad para defenderlos, pronto fueron reducidos y apresados, y hubieran acabado muertos, de no ser por la aparición y posterior rescate de Magneto, que no sabía que en realidad tenía ante si a sus hijos perdidos. Sin saber que Magneto era su verdadero padre, Wanda y Pietro se unieron a la Hermandad de Mutantes Diabólicos.