Jeanne-Marie es una mutante nacida con una estructura genética que le concede habilidades especiales, que le diferencian de los seres humanos. Con la pubertad desarrolló la capacidad de controlar la energía cinética de sus moléculas para moverse a velocidades sobrehumanas, y volar. Puede mover a dichas velocidades todo su cuerpo, o partes parciales del mismo. Al impedir, parcialmente el movimiento atómico de sus moléculas, incrementa su capacidad vinculante, logrando que su piel adquiera resistencia al viento, turbulencias aéreas, y la fricción que estas generan. Tiene una resistencia desarrollada a temperaturas extremas Cuando ella y su hermano están en contacto, emiten altas cantidades de luz que resultan cegadoras. Dicha fuente de luz fotónica se genera cuando ambos son capaces de alterar la aceleración de sus moléculas.