SIN FERNANDO NÁ DE NÁ
Hoy ha sido un día de intenso trabajo, aunque he buscado algún huequillo para leer aquí y allá por andar al cabo de la calle, para que no se diga o por el qué dirán, como prefiráis.
Qué os voy a contar que no sepáis. Lo cierto es que sigue sin haber grandes cosas a las que agarrarse salvo lo que sale de casa Pirelli y aledaños, y sospecho que buena parte de la culpa de tanto silencio la tiene un gigante que tras perder una guerra en Abu Dahbi 2010 se ha dedicado a preparar la próxima sin generar titulares.
El año pasado por estas fechas se le estaba llamando blandito o comeyogures comparándolo con un tal Michael Schumacher que se estaba currando su vuelta a los ruedos como un jabato, o diciendo que con Felipe Massa de compañero se iban a rememorar las furias y desavenencias que tuvo con Hamilton en McLaren, que con Don Emilio Botín patrocinando Ferrari se le había comprado el tercer título, etcétera, etcétera, etcétera.
Alonso está trabajando en lo suyo y eso en este país no es noticia. La noticia sería que fuese noticia, entendámonos, pero no, de momento, que el mejor piloto de la parrilla se tome lo suyo en serio no es noticia porque no hay por dónde agarrarla para darla la vuelta o sacarla un fleco. Y el caso es que afuera tampoco hay mucho.
Así las cosas, el previsible reguero de nuevas que ofrece todo inicio de sesión se ha reducido a un puñado de refritos que salen del mismo sitio y acaban aturdiendo al más pintado porque todo el mundo las pilla al vuelo y las suelta sin reparar en que el de al lado ha hecho lo mismo.
Y aquí quería llegar yo, porque a falta de un Alonso que llevarse a la boca porque su Rosario no es como la Nicole de Lewis o la Michibata de Jenson, porque se afeita o se deja la barba, porque mira de reojo o frontalmente a su colega de filas, se está poniendo de relieve que el asturiano es la leche de importante incluso para sus más acérrimos detractores y aunque estos no quieran.
No es que me pille de sorpresa el asunto porque ya lo intuía, pero manda narices que haya que haber esperado tan poco para poder constatar que el de Oviedo es el quid de nuestra afición a la F1 porque los que no le pueden ver ni en pintura son incapaces de hablar de otra cosa, y que si él falta a la cita por lo que sea, a los abonados a decir que no le tragan les falla el fuelle, la cintura, o se les cae el tanga hasta las rodillas porque no tienen a qué agarrarse. Que yo sepa la culpa de la alonsomanía la teníamos nosotros, sus afines.
¿Sabemos algo de Vettel? ¿De Hamilton? ¿De Jaime? ¿Conocemos cualquier cosa que no filtre previamente Bernie y que no suponga papilla? ¿Alguien se queja o se ha quejado?
Creo que el artículo te describe ( a tí h4mpe0n y a los que son como tú...........que no son tantos como pregonas y quisieras ) a la perfeccion
Fuente : El infierno verde