Todos los hombres de corazón diminuto Armados con palos y con hoces Asaltarán al único gigante Con sus pequeños rencores, con su bilis, Con su rabia de enanos afeitados y miopes.
Pobre de tí, gulliver, pobre de tí
El día que todos los enanos Unan sus herramientas y su odio, Sus costumbres, sus vicios, sus carteras, Sus horarios. no podrán, no podrán,
No podrán perdonarte que seas alto.
Para ellos la generosidad no es más que un lujo que no pueden pagarse, Viven alimentados por la envidia que los habita en forma de costumbre. Míralos revolverse recelosos tras sus gafas de concha.
. Te agradezco la intención de guiar a las almas confundidas, pero es una pequeña intromisión en mi campo de conocimiento. !! Eso es de tercero de "Diablismo".!!!