LA PRESENTACION DEL MOTOR:
En Julio de 1971, el Berta V8 estaba en marcha y en plena etapa de experimentación.
Precisamente, el 11 de Julio de 1971 quienes se encontraban en el taller de Berta en Alta Gracia no pudieron disimular la emoción cuando el brutal sonido del V8 acelerando a más de 11.000 rpm en el banco de pruebas, dejó inaugurada una etapa que, por entonces, colocó a la Argentina a la altura de la técnica mundial de la Fórmula 1.
En ese momento, sólo Ferrari y BRM tenían autos totalmente integrales (chassis y motor).
Diferentes fábricas fueron proveyendo los elementos hasta quedar completado el trabajo, luego se iniciaron los ensayos y los ajustes.
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Oreste puso en marcha el motor y un sonido distinto, desconocido para el veterano banco de pruebas de Alta Gracia, atronó en el ambiente. Allí iluminados por el brillante sol cordobés que se filtraba por las amplias claraboyas, había mas de 150 personas.
Pero al rugido de la flamante criatura mecánica solo se agregaba la ansiosa respiración de periodistas, familiares y amigos de Oreste Berta. Al comando de su dinamómetro, el Mago no podía esconder su orgullo: terminaba de presentar a la prensa, con todo éxito, su última y mas audaz creación: el motor de ocho cilindros en V y tres litros, para fórmulas internacionales.
El tacómetro llegó a las 7000 rpm... a las 8000 rpm... a las 9400 rpm... y allí se cortó el contacto, se distendió la atención de los presentes y Berta se sometió al lógico interrogatorio. Un año de trabajo desde los primeros bosquejos, estaban allí, a sus espaldas. A su creador rodeaban, en momentos tan importantes, Patricio Peralta Ramos, Carlos Lobbosco, Rodolfo Ruatta, los padres y la esposa de Berta con sus hijos, Di Palma, Copello, Bertolini y el grupo de mecánicos que integran el equipo del preparador.
Ese mismo día, instantes antes, cuando el cuentavueltas mantenía en vilo el aliento de los curiosos, se terminaba de cumplir la sexta hora de marcha del flamante propulsor argentino.
El día anterior, 10 de Julio por la mañana Berta puso el motor en el banco y lo sometió a los primeros minutos de marcha. Despues siguieron las pruebas, aunque se mantuvo el secreto hasta la presentación oficial.
Hasta ese momento todo había funcionado bien. No se habían notado grandes diferencias con el Cosworth. Apenas 8 o 10 HP, pero en realidad todavía no se había experimentado lo suficiente como para tener una idea acabada de cual sería la potencia que finalmente erogaría.
"Con once horas de ensayo y a un régimen de carrera mas 500 vueltas adicionales, únicamente se ha registrado la rotura de una válvula. Nos ayudó la suerte; cuando lo pusimos en marcha, arrancó pese a no estar totalmente lubricado. Recien despues de una hora nos dimos cuenta de la necesidad de hacer un agujero para que fluyera el aceite en un sector y lo hicimos. No pasó nada malo."Oreste Berta hablaba de su flamante motor V8 y cualquier integrante de su auditorio, hubiese jurado que el Mago de Alta Gracia estaba hablando de un hijo.
En las primeras pruebas, el nuevo motor entregó 406 HP. Hacia mediados de Diciembre ya había superado los 420 HP y poco mas tarde sobrepasaba los 425 HP que marca el Cosworth en su catálogo de fábrica. Con una gran ventaja adicional: cualquier motor europeo, que como el Berta V8 llegue a las 11.000 rpm, "tira" recien desde las 8.000-8.500 rpm mientras que el Berta lo hace desde las 5.500 o poco más.
Al poco tiempo de la presentación oficial del motor, el gobierno argentino decidió apoyar el emprendimiento, entendiendo que el nacimiento de éste motor (solo los inyectores, las bujías y el distribuidor son importados) daría al mundo una fiel imagen de la madurez que en 15 años de existencia había logrado la industria automotriz argentina.
Sin embargo, la promesa no se cumplió de manera integral, recibiendo Berta solo una pequeña parte de lo comprometido.
La falta de presupuesto impidió que pudiera desarrollarse por completo el motor y que pudieran solucionarse algunos problemas técnicos que surgieron sobre la marcha. En la Sección "La Historia" podrá verse cuales fueron las actuaciones del Berta LR con el motor Berta V8
Hoy, el motor Berta LR V8 descansa en el Museo de la Industria de Córdoba como muestra indudable de la capacidad de Oreste Berta.