Jean Todt, de cazador a guardabosquesCuando en marzo del pasado año
Max Mosley quedó sexualmente al descubierto, se convirtió casi en un apestado. El estado de Israel le canceló una visita. Varias federaciones internacionales y fabricantes como Honda, Toyota, Mercedes y BMW pidieron su dimisión. También
Luca Cordero de Montezemolo y, muy particularmente,
Bernie Ecclestone , quien incluso llegó a contar que su esposa,
Slavica, le rogó que no acudiera a una fiesta personal. Pero alguien saltó a la palestra con una defensa furibunda de Mosley: el nuevo presidente de la FIA,
Jean Todt.Curiosamente, ya en 2005 le preguntaron a Todt en una entrevista por un posible futuro como presidente de la FIA, ante los rumores que le señalaban como el preferido de Max Mosley: “Sí, ha habido muchas especulaciones, nunca sabemos lo que puede pasar en el futuro, pero no creo que esté interesado”. Menos mal que no tenía intenciones...
A cuchilloLa llegada de Todt a la FIA estaba programada desde hace años. Tras abandonar Ferrari, su presencia se hizo constante en los pasillos de la FIA, y comenzó a trabajar su campaña desde dentro de la institución. Imposible perder, además, cuando te apoya un presidente capaz de lograr el respaldo personal de una FIA cuya imagen ha sido ridiculizada públicamente en un escándalo sexual. Y cuando en estas elecciones estaban en juego un elevado número de votos de entidades del calibre de la Automobile Association of Bangladesh, el Automóvil Club Boliviano, o la National Federation Motor Racing Eritrea, por citar algunos casos, y con todo respeto…
Un ejemplo entre varios de la beligerancia en la campaña a favor de Todt fue la carta enviada por Mosley al Príncipe Feisal, hermano del rey jordano, y posicionado junto a Vatanen. En ella Mosley avisaba que este “iba a perder, y de mala manera”, para avisar a continuación de las “consecuencias” para quienes le apoyasen. Feisal, que fue el único en arropar internacionalmente a Mosley -al margen de Todt- en el peor momento de su escándalo, al invitarle al Rallie de Jordania cuando nadie quería arrimarse a su persona. Así se las gastaron en las elecciones…
Una impresionante hoja de serviciosJuegos políticos aparte, se plantean algunas preguntas sobre Jean Todt .¿Tiene cualidades para ser presidente de la FIA? ¿Por qué ha recibido el apoyo expreso de Bernie Ecclestone? ¿Será un presidente independiente? A la primera, cabe responder que el francés es el gestor más brillante en la historia del automovilismo: títulos mundiales con Peugeot en los rallies, victorias en el Dakar y Le Mans, y la trayectoria en Ferrari avalan su extraordinaria capacidad. Cuenta Schumacher que llegaba al despacho a las nueve de la mañana, y nunca lo abandonaba antes de las once de la noche, siete días a la semana. Alguien que, curiosamente, reconoce en la pereza su principal defecto…
Es obsesivo y trabaja con un cierto punto de ansiedad, como confirman algunos de sus allegados y las tiritas que se pone en las uñas para evitar mordérselas, un hábito compulsivo en él. Es implacable en la persecución de sus objetivos, y ha protagonizado episodios singulares como la adjudicación de un Dakar con el sofisticado método de lanzar una moneda al aire para determinar el ganador en 1989 (Vatanen, curiosamente), las amenazas de despido por la radio a Barrichello si no dejaba pasar a Schumacher en Austria 2002, o justificando con descaro la maniobra de Schumacher en Mónaco 2006.
¿La voz de su amo, o el amo de su voz?“Siento afecto por Mosley”, declaraba tras su elección, a modo de “excusatio non petita”, “pero somos diferentes en nuestra cultura, estudios y nacionalidades. Hay muchas cosas que veo de manera diferente a él”. Pero sería ingenuo concebir un respaldo gratuito de Ecclestone y Mosley en un mundo de extraordinarios intereses.
A priori, el francés parece el hombre perfecto para el mayor poder fáctico de la Fórmula 1. Ecclestone necesitará a alguien beligerante frente a las crecientes aspiraciones de control de la FOTA en los próximos años. Pero, sobre todo, en el horizonte planea la decisiva fecha de 2012, donde habrá un nuevo reparto de la tarta económica, sin que desde la FOTA se haya desechado del todo un campeonato paralelo.
Durante su experiencia con Ferrari, y frente al resto de los equipos, Jean Todt se mostró intransigente, (él mismo se reconoce “poco tolerante”) nada diplomático, y decantado en numerosas ocasiones hacia Mosley y Ecclestone, que encontraban en Todt el mejor ariete para el “divide y vencerás”. Conviene recordar que solo tras la salida de Todt, Ferrari ha liderado la FOTA…
La FIA se mueve en diferentes frentes, tanto deportivos como civiles, pero no es casual que el nuevo presidente llegue desde la Fórmula 1. Todt conoce como nadie las alcantarillas del “Club de la Piraña”, sus personajes y su dinámica política. Durante años, ha explotado implacablemente todos los recursos legales y deportivos -a veces cruzando la raya- para lograr sus objetivos. Ahora, como el cazador que deviene en guardabosques, se convertirá en el guardián de la ortodoxia. La cuestión será averiguar quien marcará esa ortodoxia…
Fuente: Elconfidencial.com.
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