Este artículo lo he encontrado en la web oficial de F1. He intentado ser lo más correcto posible en la traducción.
El retorno de los reyes – Alain ProstCuando el heptacampeón Michael Schumacher anunció sus planes de volver al cockpit de Ferrari el año pasado para reemplazar a Felipe Massa, hubo una grandísima emoción – emoción que volvió a prender con la confirmación del retorno del alemán en 2010 con Mercedes.
Schumacher no es el primer grande de la F1 en morirse por volver a ganar. Uno de los retornos más impresionantes fue el de Alain Prost en 1993, en el que volvió después de un año sabático. Echemos la vista atrás en el increíble renacimiento del francés...
- 1991 fue un año para olvidar para el entonces tricampeón Prost. Luchando con un Ferrari más lento que los coches más veloces, fue incapaz de conseguir ni una victoria por primera vez en una década. Sintiéndose apenado y frustrado, Prost criticó públicamente al equipo italiano y fue despedido antes de que la temporada acabara. Teniendo muy poco tiempo para encontrar asiento al año siguiente, decidió dejarlo estar.
En lugar de un año de reposo, el siempre pragmático Prost, continuó de comentarista y esperó el momento oportuno. Observando entre líneas, se hizo patente que el aparente dominio del equipo McLaren se había perdido a manos de un renaciente Williams. Y por el tiempo en el que el equipo británico se había asegurado el campeonato de constructores en 1992, Prost se había procurado un asiento para el equipo Williams para la temporada del 93.
Habiendo organizado su retorno, “el profesor” se entregó a prepararse para su primera carrera de vuelta al redil. Había muchos motivos para sentirse optimista. No sólo el FW15 equipado con motor Renault parecía tan fuerte como su predecesor, sino que además, un hombre que había tenido muy mala reputación con sus anteriores compañeros de equipo, parecía ser también afortunado en ese aspecto, en compañía con el novato Damon Hill en el segundo Williams.
No sólo Prost era 5 años más viejo que el piloto británico, sino que además Prost había corrido en 183 carreras, mientras que Hill sólo llevaba 2. Para el hombre que había luchado contra el anterior compañero de equipo en McLaren (Ayrton Senna) durante tanto tiempo, vio cómo su papel como de líder del equipo fue alentador. Pero después de tanto tiempo fuera del cockpit, aún había momentos desesperantes para Prost el perfeccionista.
Llegando a Sudáfrica delante en su primera carrera de regreso, Prost resumió sus emociones diciendo: “Me siento mucho mejor que hace unos pocos meses, cuando no había estado en un coche durante 6 meses. Sin embargo, todos sentimos mucha presión, ya que esperamos ganar el campeonato. Para mí, francamente, nunca había visto un equipo con tan buenas relaciones. Es fantástico, no sólo por el ambiente, sino porque también estamos trabajando juntos. Damon es un buen chico, a todo el equipo y a mí nos encanta. Le necesito y él me necesita a mí, y esa es una buena manera de empezar el campeonato”.
Incluso una mejor manera de empezar la temporada, sería con una victoria desde la pole y precisamente eso hizo en Kyalami (circuito de Sudáfrica). A pesar de estar en la platea de la parrilla (la pole) y con un asiento roto, problemas en la presión de los neumáticos y la lluvia al final de la carrera, dominó la carrera. Atravesando la línea de meta con un minuto de ventaja sobre el McLaren de Ayrton Senna, fue la leche. También estuvo en la pole de la siguiente carrera, en Brasil, y pudo haber ganado otra vez, si no llega a ser por un choque durante una gran tormenta, que le hizo retirarse pronto.
Un tercer puesto en el GP de Europa fue seguido por las exitosas victorias en San Marino y en España. En Mónaco ocurrió un extraño problema pasajero, con una penalización de stop & go, haciéndole caer a la cuarta posición, pero después de la carrera de Monte Carlo, ganó 4 veces seguidas en Canadá, Francia, Gran Bretaña y Alemania.
Otra dificultad en Hungría, le vio ponerse desde la pole en la vuelta de formación, a empezar el último y acabar duodécimo, mientras que los “gremlins” acabaron con su motor en Italia más pronto de lo normal. Pero en Bélgica volvió al podio con otro tercer puesto, antes de acabar la temporada con varios segundos puestos consecutivos en Portugal, Japón y Australia.
A pesar de los relativos destellos de conducción de Senna en la persecución del campeonato hacia el final del año, no hubo dudas de que con las 7 victorias y 5 podios de Prost, le llevaron a su cuarto y último título de pilotos con clase, con 26 puntos más que el brasileño (Senna) y con 30 más que su compañero Hill. En total, fue una clase magistral como conductor, con la fuerza del Williams, y por encima de todo, la ventaja de la experiencia.
Si él hubiera querido podría haber seguido compitiendo durante otro año más. Pero sabiendo que Williams iba a contratar a su archi-enemigo Senna para la temporada del 94, Prost decidió colgar su mono para siempre. Aunque habría vuelto al deporte como comentarista y también como jefe del equipo fallido Prost team, el francés nunca jamás volvería a competir en Fórmula 1.
Lo había dejado en el climax de su carrera. Alardeando de los records de carreras ganadas (51), vueltas rápidas (41), podios (106) y puntos (798,5), fue una salida elegante. Y convenientemente, se dejó a un cierto Michael Schumacher primero igualar y luego mejorar sus records durante la siguiente década.
Con Schumacher de vuelta al redil de la F1, se hará más interesante ver si puede llegar a estar cerca de igualar el regreso espectacular de Alain Prost.
Dedicado a Miranda, que sé que le gusta mucho este piloto cuando corría.