Brawn GP, ganador del “mundial” del Private Equity en 2009Hace precisamente seis meses analizaba desde esta tribuna las bondades de la adquisición de la escudería Honda Racing F1 por sus principales ejecutivos, en uno de los momentos de mayor incertidumbre económica.
Unas semanas antes de iniciarse esta temporada en Australia, Ross Brawn -que ejercía como director técnico de Honda y que previamente tuvo mucho que ver en los siete títulos de Schumacher como campeón del mundo en Benetton y Ferrari-, se hizo con el control del equipo de F1 Honda a cambio de una simbólica libra esterlina. Así comenzaba la que probablemente es la inversión más rentable realizada en la historia del deporte rey del motor.
Los nuevos dueños no tardaron en tomar decisiones arriesgadas, como la reducción drástica de los salarios de los pilotos -superior al 50%-, así como las atrevidas innovaciones tecnológicas en sus monoplazas (y que han protagonizado continuas disputas con otros equipos a lo largo de toda la temporada).
Ocho meses después, la nueva escudería -conocida como Brawn GP-, ha conseguido el doblete, ocupando el primer puesto en el campeonato de pilotos y de constructores con 7 Grandes Premios y 14 podios. Ningún equipo ha conseguido en su primer año de historia semejantes resultados.
No es de extrañar que los japoneses de Honda, que durante los ocho años que ejercieron de propietarios de una de las escuderías con mayor presupuesto de la parrilla multicolor sólo consiguieron dos victorias, hayan observado con cierta frustración la idílica temporada de Brawn GP.
La semana pasada se hizo público que Mercedes, junto a su accionista de referencia -el fondo soberano de Abu Dhabi- se han hecho con el control de Brawn GP adquiriendo una participación del 75%. Según Bloomberg, el precio acordado valora la escudería en cerca de 150 millones de libras esterlinas, lo que nos da una idea del gran negocio generado por los ejecutivos (que todavía mantienen el 25% de las acciones del equipo) en menos de un año.
Después de medio siglo, y cuando empresas señeras en este deporte como BMW, Toyota y Honda han decidido abandonar la F1, el fabricante alemán de coches vuelve como propietario de una escudería donde confía reforzar su imagen de diseñador automovilístico de élite.
El nuevo equipo, conocido como Mercedes GP, es una de las novedades más atractivas de la próxima temporada y estará dirigido por Ross Brawn y el equipo de ingenieros que ha gestionado con tanto éxito la escudería en 2009.
Como suele ocurrir en las empresas bien gestionadas, las decisiones importantes no se han demorado y ninguno de los dos pilotos seguirán en el equipo. Ni el actual campeón del mundo -el británico Button-, ni Barrichello -tercero en el podio del Campeonato-, han conseguido las sustanciales subidas de honorarios que reclamaban y han buscado nuevos equipos en la parrilla.
Una de las características diferenciales de Brawn GP respecto al resto de equipos es su singular sistema de incentivos de todos sus empleados, incluidos mecánicos, diseñado en función de los resultados del equipo. Todos los gastos de la escudería desde los altísimos salarios de los pilotos hasta los gastos en innovación y diseño, incluyendo los considerables gastos de desplazamiento a los circuitos, son escrupulosamente analizados para no desviarse del único objetivo: ganar carreras y crear valor para la escudería propiedad de los empleados.
Los resultados son sorprendentes y demuestran como con una buena gestión en un sector tan complicado como la F1, y en el entorno más adverso para la inversión publicitaria de los últimos 50 años, se puede ganar mucho dinero.
Faltan todavía algunas semanas para que acabe el año, pero parece obvio que la mejor operación de Private Equity de 2009 la han protagonizado dos hábiles monoplazas liderados por un excelente grupo de ingenieros.
Fuente: @Ignacio Sarría - 23/11/2009 06:00h, cotizalia.com
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