Vale Gato...te perdono...Pero...A mi que cuentas...tu sabras las veces que te han baneado y las que no...Ni que fuese yo tu contable y te llevara las cuentas con las que te logeas por la web...Aunque buen sueldo se merece el que hiciera esa labor...ya que con tantas cuentas...dificil tarea la de controlarlas todas...
@GattoconBottas1 Saludos compañero de desgracia, ya que este año me parece que no nos queda otra que pelear entre nuestras escuderías por el segundo segmento de los dos campeonatos Un abrazo y nos estamos leyendo.
No entiendo cómo hay fans de Alonso que siguen molestos con los éxitos de Michael. Schumi ha sido el gran campeón que la F1 necesitaba desde Fangio, y ahora le toca el turno a nuestro Fernando, nunca he visto donde está el problema.
Sebastian Vettel y Gerhard Berger intercambian monoplazas
Vettel se puso al volante de un Ferrari F1 87/88C que el austriaco utilizó en la temporada de 1988. Para el cuádruple campeón del mundo, pilotar un monoplaza de finales de los 80 resultó de lo más satisfactorio.
Es increíble pilotar un coche histórico. En esos tiempos todavía hacía falta mucho trabajo manual por parte del piloto. Ha sido una experiencia totalmente diferente en cuanto al cambio de marchas, el embrague y la electrónica. Querría haber podido dar más vueltas.
gracias al amigo @Manticore del hilo de Red Bull Rancing
Muchos quieren que caiga en su juego, ya no saben que hacer para que yo termine insultando y faltando a la norma. Muchas mentes brillantes pendientes de lo que realizo en la web, con todas las cosas importantes que tienen que hacer, se preocupan de mi
Ferrari tira la casa por la ventana para arrancar a Adrian Newey de Red Bull
20 millones de euros (casi doblando sus ingresos en Red Bull antes de 'bonus'), libertad total para organizar el área técnica en la misma medida que disfruta en su actual equipo, un proyecto de un superdeportivo para la gama de Ferrari y la posibilidad de trabajar en un prototipo para el proyecto que la Scuderia podría tener en estudio para las 24 Horas de Le Mans
Según el periódico italiano La Gazzeta dello Sport, esta sería la megaoferta que Ferrari le habría puesto en la mesa a Adrian Newey. Sería la plasmación de las primeras palabras de Marco Matiacci tras su nombramiento al frente de Ferrari. '' Lo que sea necesario, lo haremos'', explicaba el nuevo responsable de la Gestione Sportiva.''Incluso saliendo al mercado, pero con la clara idea de no solo ir de compras''. Pero hay un nombre concreto por el que se justificaría tirar la casa por la ventana, ''si encontramos un valor añadido extremo para un equipo que, según todos nosotros, es uno de los más importantes de la Fórmula 1'' Esta es la filosofía por el momento, cualquier cosa que sea necesaria, se hará''. Salir de compras por capricho es un tema, 'cazar' a Newey es otro muy distinto.
Dinero, autonomía, y más...
Y para ello, con una oferta que no se pueda rechazar. Porque, como bien reza el adagio, todo el mundo tiene un precio. Incluso Adrian Newey. Curiosamente, la información del periódico italiano, tantas veces mensajero de la propia Scuderia, surge pocos días después de un comunicado de Red Bull donde el ingeniero británico declaraba sentirse ''comprometido con el equipo para un próximo futuro''.
Pero de ser cierta la oferta, el ingeniero británico se vería en evidencia para rechazar tan espectacular cheque en blanco -no el del salario, evidentemente- a no ser que Red Bull pudiera igualarla o mejorarla. Si se trata de arrancarle de la privilegiada situación que disfruta en el equipo austríaco, es evidente que la oferta habría de superar aquello que ya disfruta con Horner y compañía.
Y con ella, Maranello tocaría todos los flancos de Newey. Por un lado, un salario cercano a los ingresos propios de las estrellas del volante en la Fórmula 1. Por otro, se intentaría igualar uno de los aspectos más queridos por el británico: autonomía total y medios económicos para poder crear un entorno técnico a su medida. Es decir, la misma carta blanca que Dietrich Mateschitz le ofreció en aquel primer viaje en avión privado a Austria. Pero, además, Ferrari podría ir más allá.
Tocar la fibra más creativas y desafiante del genio
Porque tocaría la fibra más creativa y genial de Adrian Newey: la de los desafíos técnicos. Cuando Ron Dennis estuvo a punto de perderle ante la oferta de Jaguar en 2001, uno de los 'caramelos' con los que este persuadió a Newey fue la posibilidad de desarrollar un proyecto para la Copa América, una de las ambiciones técnicas del ingeniero.
Pero Ferrari puede hacer vibrar esa fibra con más intensidad si cabe, porque cuenta con el potencial y la infraestructura para que Newey cree el superdeportivo de sus sueños, y con su personal firma en Maranello. No solo sería un golpe de marketing extraordinario para la Scuderia porque aunque resulte una mera anécdota, el juego de consola Gran Turismo cuenta con un ejercicio de estilo por parte del propio Newey, en el que ha creado un superdeportivo basado en sus propias concepciones y gustos técnicos.
En cuanto /b]al tema de Le Mans, en principio la presencia de Ferrari en la mítica carrera francesa es un tema en estudio todavía, aunque en Maranello no se descarta una posible participación de forma directa o indirecta al margen de los grandes turismos, los 438 que participan con escuadras satélites o privadas. Pero si Ferrari finalmente desembarcara en las 24 Horas en un futuro, Newey se enfrentaría a otro reto tecnológico único. En definitiva, nunca un ingeniero habría llegado a tanto en el mundo del automovilismo deportivo.
¿Vettel en el horizonte?
''Por mi parte, categóricamente, no he hecho ninguna oferta a Adrian Newey'' contestaba al respecto Mattiacci, y de nuevo preguntado si fue su presidente Luca Montezemolo, quien podría haberla hecho, el italiano se iba por la tangente: ''No soy consciente de ello, no comento lo que dicen los otros''. Por cierto, y de forma colateral, Stefano Domenicali reconoció recientemente que solo tres pilotos le habían llamado tras su despedida: Alonso, Raikkonen...y Vettel
Lo cierto es que si una oferta semejante existe, alguien más allá de Montezemolo en el Grupo FIAT habría dado su autorización para un paso de tal calibre. Pero esta sería otra historia...
No sé si le pasara a alguien más, pero desde hace poco más de cinco años cada lunes posterior a un gran premio de Fórmula 1 me sucede lo siguiente, no es otra cosa que mi gente más allegada, amigos, familia, compañeros de trabajo, conocidos, etcétera me hace la siguiente pregunta: ¿Qué le pasa a Ferrari?. Antes me explayaba más dando respuesta a esta cuestión, pero hace tiempo que mi respuesta suele ser la de: "Yo que sé, si lo supiese trabajaría en Maranello", aunque dudo que los que trabajan allí sepan la respuesta tampoco, la verdad. Lo que a muchos les parecerá una respuesta antipática y maleducada a mi no me lo parece. Es "cortita y al pie" como se suele decir en términos futboleros y ahuyenta a "pesados" que tienen como única manera de entablar conversación contigo hablar de Fórmula 1. No los aleja permanentemente, tan solo hasta el siguiente lunes posterior a un gran premio, pero menos da una piedra.
No soy ferrarista, dejemos las cosas claras. Nunca lo he sido, ni lo seré. Lo que para muchos es como una religión para mí no lo es, ni siquiera la comprendo, pero la respeto. Temo sin embargo que muchos de los que se hacen la pregunta de "¿Qué le pasa a Ferrari?" no son seguidores de la Scuderia más allá de hace quince años, puede que incluso cinco.
¿Por qué digo esto?, muy fácil. Da la sensación de que solo conocen la Ferrari de la época ganadora de Schumacher, Brawn y Todt dando por sentado que Ferrari siempre ha sido así. Me refiero a lo de ganar titulo tras titulo arrasando al rival, año tras año. Todo se desmorona un poco cuando les cuentas que hasta que Schumacher logro su tercer título con ellos en el año 2000, la Scuderia llevaba 21 años sin ganar un título de pilotos, o que entre el año 1983 y 1999 tampoco fueron capaces de ganar al menos el título de constructores. La historia empeora si les cuentas que hasta llegada la época de Schumacher la mayor racha de títulos de constructores consecutivos fue la que tuvo lugar entre 1975,1976 y 1977 por ejemplo, o que tan solo Alberto Ascari con sus dos títulos consecutivos de 1952 y 1953 había logrado encadenar dos mundiales seguidos con victoria final hasta que llego Michael Schumacher y gano los títulos comprendidos entre el año 2000 y 2004, cinco seguidos en total para la Scuderia.
No voy a extenderme mucho más poniendo datos y cifras. Primero son de sobra conocidos y están al alcance de todo el mundo con tan solo dar un "click". Segundo porque soy plenamente consciente de que hay centenares de miles de personas que saben mucho más que yo sobre la historia de Ferrari.
Para cuando tu contertulio ha asimilado los datos y cifras que le has dado, terminas de rematarlo diciéndole que no debe extrañarle la época sin títulos que están viviendo los de Maranello desde hace más de cinco años. Llega el momento en que suelta un bufido de resignación cuando le explicas que en Ferrari lo de ganar títulos no es una "costumbre" como pueda parecer por los éxitos recientes, sino más bien algo extraordinario.
Pocos negaran que Ferrari sea leyenda. Es algo más que un nombre, más que un equipo de Formula 1, la cual sin ellos sería difícilmente imaginable. Ferrari tiene tal peso que Bernie Ecclestone les da "paga extra" tan solo por ser quienes son. Son el único equipo presente desde la primera carrera disputada en la historia de la F1 hasta la última, el reciente gran premio de Mónaco. Muchos equipos han ido y venido, incluso han logrado triunfar, pero han terminado desapareciendo con cambio de nombre incluido mientras Ferrari ha seguido ahí. Se dice que todo piloto ansia correr para la Scuderia, que tan solo ganar una carrera para ellos es diferente al resto, casi como lograr un titulo mundial con cualquier otro equipo.
Es esa aura de leyenda que rodea a Ferrari a mi parecer su peor enemigo. ¿Alguien ha visto Rush?, seguro que sí. No es la primera vez que nombro la escena en la que Niki Lauda prueba por primera vez el Ferrari en la pista de Fiorano donde sentado a escasos centímetros de la misma aparece en pantalla un actor encarnando a Enzo Ferrari leyendo el periódico. Lauda para el coche frente a un mecánico y da su opinión: "Es horrible, corre como un cerdo. Es una mierda con ruedas".
Confesaré que cuando la vi en el cine solté una sonora carcajada y me acorde de cierto piloto oficial de la Scuderia de origen asturiano. Si algo me resulto especialmente curioso y gracioso a la vez fue la reacción del mecánico y su reprimenda a Lauda por hablar mal del coche con el único argumento de que "es un Ferrari" cual vaca sagrada intocable fuera.
Tiempo después di con este otro vídeo, y esta vez si son imágenes reales y no sacadas de ninguna película cuyo guion es susceptible de no ser fiel a la realidad:
El que ha editado el vídeo lo ha recalcado excelentemente, pero por si acaso estad atentos especialmente al momento en el que Montezemolo dice: "Ferrari is a very good car" y la reacción de Lauda. Como dice el refrán, una imagen vale más que mil palabras. Ver este vídeo fue como viajar 40 años adelante en el tiempo hasta la época actual. No niego que me hizo gracia.
Muchos se enfadan conmigo cuando les digo que a mi parecer en Ferrari creen que pueden vivir de su leyenda, de su historia y de sus logros anteriores y que con eso no se ganan títulos hoy día y sacan a relucir el mismo argumento del mecánico que aparece en la escena de Rush, "Es que es Ferrari ...". Es como si para ellos llevar el "cavallino rampante" en el morro y los laterales del coche les diese cincuenta caballos extra o el derecho divino a ganar toda carrera que se dispute, como si de un superpoder adquirido al ponerse un traje se tratase, al estilo de aquella añeja serie de los ochenta titulada "El Gran Héroe Americano".
No soy el primero ni el último que lo dirá. Ni mucho menos soy un experto o ferrarista, pero opino que si en Maranello desean retomar la senda del éxito van a tener que cambiar muchas cosas. No puedo deciros que sucede de puertas adentro en la Scuderia ni qué planes tienen dado que mi nivel de "aficionado de sofá" no da como para tener gargantas profundas o amigos que me cuenten chismes. Bueno, con Pedro De La Rosa compartí una vez coche y no precisamente para ir al aeropuerto, pero esa es otra historia. De todos modos no es ningún secreto, me refiero a lo de Ferrari, no a lo de Pedro De La Rosa. Por cierto, el coche no era italiano precisamente.
Me pregunto si a estas alturas el tifosi más acérrimo todavía conservará la esperanza suficiente en su equipo, no para este año que está más que perdido, sino para la temporada que viene. Quisiera saber qué grado de confianza y de credibilidad les supone cada vez que leen o escuchan en los medios las "mejoras" que llevará la Scuderia en la próxima carrera, y así "ad eternum". Quizá en vez de "mejoras" deberían llamarlas "novedades", cosa que algunos hacen todo hay que decirlo. Me gustaría saber algún día, quien vende más humo, si el propio equipo italiano o la prensa que se hace eco de esas "piezas nuevas" que obren el milagro. Afortunadamente el aficionado no es tan tonto como ellos suponen y si por alguna razón le faltaban conocimientos de cómo funciona este circo los ha ido adquiriendo con los años tragando cada vez menos humo, siendo sabedor que la mayoría de las mejoras que intentan vender solo son paquetes específicos para tal o cual circuito, y cuando no es esto pues llega el piloto del numero 14 y dice aquello de "el coche es el mismo desde hace varias carreras".
A veces todo esto trae a mi memoria esos veranos sin competición futbolística que se precie, sin liga, sin mundial o Eurocopa que ayuden a vender noticias y con ellas periódicos, pasando la única solución al parecer en sacar en portada cada mañana en la prensa especializada la foto de un futuro fichaje que traerá nuevas épocas de gloria al club de tus amores, sea cual sea. La de papel y minutos de radio y televisión que genera esto no lo hace nadie? bueno, miento, quizá son superados por el gremio de lo "cardiovascular". Ya me entendéis.
No sé lo que tendrán pensado en Ferrari, pero si después del parón veraniego a mucho tardar todavía siguen invirtiendo tiempo y dinero en el desarrollo del F14-T es para montar una acampada en las puertas de Maranello. Aunque cada uno con su dinero y su tiempo hace lo que le da la gana, más les vale que sea con vistas a probar cosas para 2015, porque amigos míos lo de este año está más que imposible. Pese a lo mucho que nos pueda doler ver arrastrarse a sus pilotos por los circuitos por falta de evoluciones a mi parecer no deberían malgastar más tiempo en 2014.
No lo neguemos, la preocupación de si Ferrari logrará salir de la sequía y si durará algo menos de veintiún años esta vez es grande, pero para el seguidor de Fernando Alonso es mucho mayor saber si lo lograrán a tiempo para que este gane al menos un titulo con ellos o será un recién llegado el que herede todo el esfuerzo y trabajo realizado quedándose el asturiano a las puertas. Esto último es más que probable que suceda. Difícil de asumir es cierto, pero hemos de hacerlo. No es demasiado consuelo tampoco saber que ya no son solo "los de Alonso" los que opinamos que Ferrari está desperdiciando el talento del asturiano, pero es lo que hay, a no ser que el de Oviedo se la juegue, cambie de equipo y perdido por perdido lo intente en otra parte.
Muchos diréis: "Oye que a Kimi también se le puede pasar el arroz si Ferrari no mejora a tiempo". Veréis, no quisiera entrar en demasiadas polémicas en un solo artículo, pero su compañero de equipo le ha metido un "set completo" en las primeras seis carreras de la temporada. Se ha hablado mucho de problemas de adaptación del finlandés al F14-T, pero James Allison hace unos días aclaró que "No es completamente justo decir que está teniendo más problemas que Fernando. Los dos tienen comentarios parecidos sobre el coche". De hecho el director técnico de Ferrari terminó diciendo que "El tipo de problemas que Kimi tiene con la tracción y con las frenadas, todos esos problemas son los mismos que los de Fernando".
Resumiendo y en lenguaje llano: Kimi Raikkonen y Fernando Alonso sufren de igual manera y las pasan canutas con el F14-T, con la diferencia de que uno le saca más partido. Quizá tantos años conduciendo "hierros" han hecho que Fernando Alonso sea capaz de adaptarse mejor y más rápido a la conducción de cualquier vehículo que el propio M.A. Barracus en el Equipo A. Si hubo algo de cierto alguna vez en que el fichaje de Raikkonen fue una apuesta personal de Luca Cordero di Montezemolo, descartando entre otros a Hulkenberg con la idea de presionar al asturiano, me parece que hasta la fecha le ha salido rana el invento.
Como he dicho, no es la primera vez que Ferrari atraviesa larga época de vacas flacas en todos los sentidos, afectando por tanto a las carreras y logros de tantos pilotos que tuvieron que sufrirlas sentados en los monoplazas rojos cuando lo que esperaban encontrar era la gloria de ganar un título con Ferrari. Ya se sabe, hay que estar en el sitio justo y en el momento adecuado. Hace demasiados años que el asiento de un Ferrari en F1 no parece que sea el "sitio adecuado" para ese "justo momento".
Por el bien de la competición esperemos que esto cambie.
Este domingo se celebra la edición número 45 del Gran Premio de Canadá. La carrera se celebró por primera vez en 1967, con Jack Brabham en lo más alto del podio con su propio coche. Se ha disputado en tres circuitos: Mosport Park en ocho ocasiones, en Mont-Tremblant dos veces y Montreal otras 34, todo un clásico del calendario. Ferrari ha ganado la carrera en 11 ocasiones, lo que equivale a un porcentaje de victoria del 25%. La primera, encima, fue un doblete en Mont-Tremblant, donde cruzaron la línea de meta Jacky Ickx y Clay Regazzoni (en ese orden) en sus 312B. El trazado de Montreal se estrenó ocho años después, utilizando las carreteras del perímetro de la isla artificial de Notre Dame. En aquella ocasión, fue el héroe local, Gilles Villeneuve, quien se llevó la victoria en el Ferrari 312 T3.
La reacción a este logro fue increíble, al ser la primera en la historia de F1 de un canadiense, además de suceder en Quebec, tierra natal de Gilles. Cuando el carismático piloto falleció en Zolder en mayo de 1982, el circuito adquirió su nombre en su honor. Al año siguiente, Ferrari ganó de nuevo en Montreal, con René Arnoux, y otros dos años más tarde, la victoria fue para Michele Alboreto. En 1995, ganó de nuevo el famoso número 27, viviendo Jean Alesi el mejor día de su carrera deportiva: Michael Schumacher tuvo un problema eléctrico en su Benetton, viéndose obligado a entrar a cambiar el volante de su monoplaza y resetear el sistema. Por una vez, Alesi fue capaz de quitarse un enorme peso de encima, driblando la mala suerte que tantas veces le persiguió. El francés cruzó la línea de meta en primera posición, celebrando su 31º cumpleaños de la mejor manera posible. Montreal tiene una gran población italiana y, para celebrarlo, la afición invadió el trazado, a riesgo de ser atropellados, ya que algunos coches seguían rodando. Jean se vio obligado a aparcar su 412 T2 y al final Schumacher tuvo que llevar al piloto francés, envuelto en su bandera nacional, hasta el pit-lane.
Precisamente de Schumacher son las otras seis victorias logradas por Ferrari en Canadá, la primera en 1997. La temporada siguiente fue un poco más controvertida, ya que el ferrarista colisionó con Heinz-Harald Frentzen al salir del garaje, terminando con la carrera del Williams. A Michael le impusieron una penalización de stop&go (parar y seguir el tiempo que se considere en la calle de boxes), pero aún así consiguió llevarse la victoria. Una de las particularidades de este circuito es que los muros están muy cerca del trazado, especialmente en una zona: en el exterior de la última curva antes de la recta del pit-lane. Y es el que ha terminado con las esperanzas de muchos de los mejores pilotos a lo largo de los años, conocido como el Muro de los Campeones.
Entre sus víctimas destacan nombres del calibre de Jacques Villeneuve, Damon Hill, Rubens Barrichello y, más recientemente, Jenson Button, Nico Rosberg y Sebastian Vettel, este último el viernes de 2011. Schumacher tampoco fue inmune a ello; su carrera de 1999 terminó justo en ese punto, cuando se encontraba en cabeza, pero lo superó para ganar en 2000, 2002 y 2004, con lo que se consagró como el rey de Canadá con hasta siete victorias.