Seguiremos informandoLa Fórmula 1 no cambiará nunca. Desde que comencé a escuchar hablar de todo esto, no he dejado de vislumbrar como telón de fondo la sombra de la duda. Algo me dice que es así desde tiempo inmemorial y que ya parece tarde para cambiarlo porque rozar el reglamento ?los anglosajones son muy finos con este tipo de cosas como para llamarlas por su nombre?, más que una costumbre, es una tradición inquebrantable y por otro lado totalmente lógica, ya que si la normativa tiene huecos, es razonable pensar que alguien se pondrá la linterna y el casco de espeleólogo para explorarlos.
No voy a echarle la culpa a la FIA, que sin duda la tiene, porque entre la egregia institución y Pirelli llevo camino de avinagrarme del todo, pero el problema que ha surgido a cuenta de que el RB9 del aussie trazó unas rodadas intermitentes sobre el asfalto del Gilles Villeneuve (lo que podría delatar la existencia de algún tipo de control de tracción en el coche), no me parece dato suficiente como llamar tramposos a los de Milton Keynes, aunque sí tal vez un poco demasiado espabilados, ya me entendéis.
En este orden de cosas, seamos sinceros, si los ingenieros no apuraran hasta la última gota el asunto normativo, nos habríamos quedado en el pleistoceno mecánico y aerodinámico. Vamos, que el deporte avanza porque gente como Adrian Newey encuentra grietas y consigue meterse por ellas, aunque lógicamente, para impedir excesos está el máximo organismo.
Dicho lo cual, existe una norma y asumiendo que Red Bull la conoce y ni se le ha ocurrido utilizar cualquier sistema de control de tracción de los que fueron prohibidos en 2008, las evidencias dejadas tras de sí por Mark Webber en Canadá, nos insinúan que la austriaca ha podido empezar a controlar la tracción de sus vehículos sin recurrir al uso del control de tracción, ya que podría ser penalizada por ello. Estamos por tanto ante otra cosa, algo tal vez mecánico o incluso viscoso que puede ejercer control sobre las ruedas de los RB9 pero que no depende de un sistema electrónico que tendría que pasar inevitablemente por la Centralita Única (ECU), y por tanto sería detectado y por consiguiente, debería ser sancionado.
Me intriga como al que más, pero de momento tengo que conformarme con esperar acontecimientos, que seguro que llegarán, pero cuando no sirvan de nada, que
la FIA prohibe preventivamente a Caterham y Williams utilizar acequias raras para las salidas de los escapes de sus monoplazas, pero se toma su tiempo para valorar o siquiera investigar, un elemento de juicio tan claro como el que dejó el Red Bull número 2 sobre el trazado de Montreal.No obstante, no quiero cerrar la entrada de hoy sin mencionar que este hecho explicaría perfectamente por qué Milton Keynes necesitaba unas gomas más duras que las propuestas inicialmente por Pirelli para esta temporada, ya que las tensiones longitudinales que sometería a un neumático un control de tracción que no es control de tracción, precisarían de una resistencia extra por parte de los compuestos, fundamentalmente en la banda de rodadura.
Que esta relación totalmente circunstancial entre las necesidades planteadas por Red Bull y la muestra que dejó Webber sobre el asfalto canadiense debería ser estudiada al detalle por la Federation Internationale de l?Automobile, no me parece descabellado. Otra cosa es que la FIA se moleste en depejar las dudas originadas o nos monte otro lío como el surgido a cuenta del comisario fantasma de Interlagos?
En todo caso, seguiremos informando....
el infierno verdeUn saludo a tod@s