Me conocéis. Lo advierto así, sin aviso ni mediar palabra, porque cosas como las anunciadas hoy son de las que tiene trastienda sí o sí.
En principio, que el proveedor único de gomas desde 2007 anuncie que en cuanto termine su contrato no renueva y se retira, puede dar lugar a la sensación de que el negocio no le interesa y que la salida es por tanto bastante lógica, pero a mí me lleva a pensar en por qué le interesaba hasta ahora, en realidad, en por qué le interesó hacerse con el 100% del mismo, apeando a Michelin con la ayuda de Max Mosley, hace tan sólo tres temporadas.
Voy aún más lejos. ¿Una multinacional del calibre de Bridgestone no fue capaz de medir sus movimientos para un periodo que no puede ser considerado ni cortoplacista debido al volumen y expectativas que se manejan? ¿Por qué era interesante el monopolio hace tan poco, y porqué resulta ahora inviable, insostenible, o como queramos llamarlo, cuando va a haber más coches en la parrilla y por tanto se va a ampliar el número de clientes?
Confieso que todo esto me tiene muy intrigado. Cualquiera con dos dedos de frente vería en la posición dominante regalada por Mosley, una ventaja estratégica de dimensiones colosales, pero hete aquí que la japonesa dice que se marcha cuando Max apenas ha levantado su culo de la poltrona para que siente el suyo Jean Todt. ¿Coincidencia? Obviamente soy de los que piensan que uno y otro asunto tienen algo que ver, porque ha resultado demasiado ocurrir una cosa para que suceda la otra, pero hay que admitir que siguen faltando mimbres como para poder afirmarlo con rotundidad.
No sé qué se ha cocido ahora, de la misma manera que desconozco lo que se ha trasteado en los años inmediatamente anteriores a éste, pero las cuentas no me cuadran por mucho que las reviso.
Puesto a ser tendencioso, a lo peor todo tiene que ver con una forma de poner preventivamente al nuevo Gran Maestre contra las cuerdas, por aquello de comenzar a tomar posiciones ante las negociaciones venideras. Una forma como otra cualquiera de ponerse una tirita en una herida inexistente, una manera de decirle a Todt que si tiene la ocurrencia de intentar devolver el escenario de los neumáticos a un pasado bastante reciente, donde existía una competencia que resultaba beneficiosa para todas las partes, sobre todo para las que montaban gomas francesas, pues como que no cuente con Bridgestone… Y es que el monopolio, los liderazgos artificiales y otras Reinos de Taifas a los que nos ha acostumbrado el ya extinto presidente de la FIA, tiran demasiado como para abandonarlos sin mostrar siquiera los dientes.
Podría ser, sí, podría ser, que la competencia es muy mala para según qué cosas.
nurburgring, orroe.