Fórmula 1La velocidad de los coches será mayor pero eso no se traducirá en más adelantamientos
Una Fórmula 1 más rápida, pero...
Los cambios en el reglamento de 2017 Gráfico: Miguel Ángel Carbonero
JOSÉ MARÍA RUBIO
Actualizado 07/02/2017 10:17 CET
Hay muchas esperanzas puestas en la nueva reglamentación, en los nuevos dueños, e incluso que la nueva denominación del McLaren MCL32 ayude no sólo a romper con el pasado, sino a ver el futuro con optimismo gracias a los resultados. Parece que todos se han apuntado a un cambio que pretende modificar la F1 a todos los niveles. Se han despertado muchas expectativas que pueden ser exageradas y decepcionar nuevamente al aficionado, que está desertando de la nueva F1 en exceso, sin que se capte a la nueva generación del videojuego. Estos se mantienen fieles a la tablet y el móvil, pero que no dan el paso adelante para acudir a una carrera, ni profundizan más de lo que dan de sí los 140 caracteres de un tuit. No se apreciará en la TVCon una imagen que quiere recordar en su parte posterior a los coches de los 80, los nuevos F1 van a ser más lentos en recta (unos 15 km/h), pero su paso por curva va a ser mucho mayor (entre 20 y 50 km/h), rebajando los tiempos por vuelta entre tres y cinco segundos por vuelta. Eso les evitará comparaciones sonrojantes con los World Series o GP2. Sin embargo el temor es que esa velocidad en curva no se traduzca en más espectáculo sino todo lo contrario.
Comparativa de los F1 2016 y F1 2017 Gráfico: Miguel Ángel Carbonero
Desde la pequeña pantalla, la mayor velocidad de paso por curva no aporta mucha más emoción, ya que la diferencia es casi inapreciable para el espectador. Sólo será el piloto el que note que va más deprisa por el mayor agarre de los neumáticos más anchos y la nueva aerodinámica. No se favorece adelantarEn recta la mayor anchura de los coche no favorece en absoluto los adelantamientos y las turbulencias generadas serán mayores, por lo que seguir al coche de delante va a ser más complicado, si cabe. Incluso, los discos más grandes restringirán la distancia de frenado. Así, los adelantamientos pueden ser menos de lo que hay en la actualidad, lo cual sería un notable paso atrás.La única posibilidad, para que el piloto marque diferencias, sería un coche más complicado de pilotar, que pusiera en valor el talento puro, y eso no va a ser así.Coches sobre raílesEl cambio reglamentario de este año ha despertado grandes expectativas lo mismo que la nueva propiedad de los derechos de explotación, en poder de Liberty Media. Pero la realidad es mucho más compleja, porque sin un abaratamiento de los costes, algo imposible con las nuevas tecnologías híbridas, no se podrá buscar un mayor espectáculo con precios contenidos. Por un lado se busca innovar en tecnologías verdes, y por el otro se permite una aerodinámica que 'mata' cualquier movimiento extraño de los monoplazas, algo que sí podría dar un valor añadido al piloto. Mientras el F1 vaya sobre raíles y no se vea al piloto luchar con su montura, poco importa a la velocidad.
Un momento de la salida del pasado GP de Abu Dabi. R.V. Racing Press
Los avances tecnológicos que entran en la F1 cada año, o los cambios de reglamento están reñidos con el mayor espectáculo que se pretende generar. De hecho, el público deserta del circuito prácticamente todo el fin de semana y solo se centra la mayor afluencia el día de la carrera. Máquinas indomablesLa F1 necesita emoción y para ello hay que hacer coches que sean 'indomables'. De otra forma se puede convertir una cuesta abajo que no se acabe nunca. Cuando Pedro de la Rosa probó en el Jarama un McLaren de Fórmula 5000 del 69, el año pasado, pronunció una frase que resume lo que siente el piloto: "Esto es una bestia, no quiero imaginar lo que sería rodar con esto en Spa, no ya en lluvia, sino en seco". Eso lo percibía el público y, por eso estaba enganchado a la carrera. Ahora se echa la siesta, a no ser que llueva o haya circunstancias especiales. una semana de gran premioLiberty pretende generar movimiento en las ciudades desde el lunes para que el domingo siguiente sea el colofón de una semana de actividades, sin embargo eso hasta ahora no ha funcionado en ninguna parte. Solamente Montreal ha sido capaz de llevar la F1 a la ciudad en determinadas calles, pero solo durante el fin de semana. Barcelona lo intentó, tratando de involucrar a la Ciudad Condal (copatrocinadora del evento hasta ahora), pero tampoco gozó de éxito y las actividades pleneadas tuvieron poca prepercusión a la hora de convencer a la gente para acudir al Gran Premio. Y el canon cuesta entre 20 y 30 millones para el promotor que se atreva a organizar una prueba. Sanciones más blandasSegún parece, este año las sanciones van a ser más blandas, como por ejemplo los cinco segundos de penalización a Carlos Sainz en México, de forma que el piloto se atreva a hacer algo más que seguir al de delante, esperando el fallo o la parada a cambiar ruedas. Con eso y más gasolina quizás se podría paliar la especulación del piloto con el ahorro de combustible, pero eso, de momento, no se contempla.