Buenas tardes amigos del hilo, aquí les dejo un excelente articulo de este gran periodista llamado Raymon Blancafort. Saludos
El secreto de los cambios de ruedas por Raymon Blancafort
Williams no sólo reclamó un nuevo récord en velocidad punta en Bakú, sino también un nuevo récord en lo que a cambio de ruedas se refiere. La FIA ya había dicho que el equipo británico había bajado de los 2? y que su crono es el segundo mejor de la historia.
Inversión tecnológica, entrenamiento y pulir todos los detalles
Pero en Williams no están conformes, reivindican 1?82 para el cambio de las cuatro gomas, un récord absoluto. Mejoraría el 1?83 de Mercedes en China este mismo año o el 1?96 de Red Bull el pasado año en Malasia.
Pero Pat Symonds, el máximo responsable técnico del equipo, está más orgulloso de la eficiencia del equipo que del récord en sí: ?Está muy bien el récord, pero lo más importante es que tres de las cuatro paradas en boxes más rápidas rn Bakú fueron nuestras. Y en lo que llevamos de temporada no hemos cometido un error?. Y siempre por debajo de los 2?8, es decir una regularidad más que asombrosa envidiable.
En la Fórmula 1 el tiempo es más que oro. Un segundo incluso menos, puede significar una victoria o una derrota. El tan alabado ?undercourt? resulta imposible si los mecánicos en boxes no tienen la máxima eficiencia y por eso la parada es tan importante. Más de 2?5 para el cambio es un ?crono? mediocre. Más de 2?7, un cambio muy lento. Más de 3?2 puede considerarse como un error.
Una importancia, la del cambio de ruedas, que se ha multiplicado desde que no se reposta gasolina. Entonces los 6 o 7 segundos que costaba la carga de combustible eran más que suficientes para efectuar el cambio de gomas con total tranquilidad incluso para ?camuflar? o neutralizar pequeños errores. Pero ahora ya no es así.
Es un mundo en el que todo está milimétricamente planificado y en el que salirse del guión, puede suponer una falta más que grave. Y el ganar unas décimas justifica una inversión millonaria. Pero sobre todo se trata de no perderlas. Un error en boxes resulta imperdonable, puede costar muchos puntos. Y lo peor, mientras pequeños errores del piloto -que cuestan tanto como una mala parada- son muchas veces imperceptibles, el de los mecánicos se ve. Mientras una salida o ?excursión? se perdona porque ?van al límite y son lances de carrera?, el de los mecánicos resulta inexcusable y es duramente criticado.
No debe extrañarnos que este afán por la perfección de la F1 haya llevado al paroxismo e inversiones casi millonarias sólo para el las paradas en boxes. Y ello no sólo en medios materiales sino también en recursos humanos. El movimiento empezó hace tiempo, pero en los últimos tres años ha sido llevado al límite.
EL FACTOR HUMANO
Dos o tres detalles son los que el público percibe. El ?milimetrado? acondicionamiento de la zona de parada, con señales pintadas en el suelo, que no sólo se refieren al punto de parada en boxes, sino incluso a la posición exacta de los mecánicos, la ubicación de las pistolas y de las ruedas nuevas, la del gato, etc. Los continuos ensayos que se realizan a primera hora de la mañana o última de la tarde por parte de los equipos. Y el acompasado ballet de movimientos de los mecánicos.
Un detalle que muchos aficionados conocen. La mayor parte de equipos, al menos los grandes, tienen amplios y equipados gimnasios donde los mecánicos ponen a punto cuerpo y mente. La presión es muy elevada, sobre todo cuando se lucha ?cuerpo a cuerpo? o ?rueda a rueda? con un rival. Incluso al menos una vez al año los equipos realizan incluso un chequeo médico de sus hombres
?Los entrenamientos de la maniobra son constantes, pero quizás un poco menos que antes. Hacer 25 o más veces consecutivas la misma maniobra hace que acabes perdiendo concentración, cometes errores en el ensayo y pierdes confianza?, señala Symonds.
No hay bastante con el entrenamiento de los hombres. A la imagen de los grandes deportistas, los equipos recurren a filmar ?a cámara lenta? los movimientos de todos los mecánicos para corregir errores. Mejorar detalles. Hay quien piensa que incluso se recurre al mundo virtual para intentar buscar optimizar la maniobra.
REFINAMIENTO TOTAL
En los entrenamientos se utiliza un chasis viejo, aunque adaptado a los portarruedas de la temporada u otros cambios que pudieran convenir.
Normalmente, un equipo de cuatro o cinco mecánicos empuja al coche para colocarlo en posición, que sus compañeros efectúen el cambio y después, nuevamente a pulso, lo llevan de nuevo a la posición de partida para repetir la maniobra.
Red Bull ha ido mucho más lejos. Ha equipado un viejo coche con un motor eléctrico que impulsa el monoplaza tanto hacia delante como hacia atrás. Así resulta innecesario que cuatro o cinco mecánicos se deslomen empujando el coche.
60.000 EUROS POR UN GATO
Y todo esta parafernalia humana va acompañada de una inversión en I+D y medios materiales que es importante.
La mayoría de equipos utilizan unas pistolas italianas fabricadas por Dino preparadas para que trabajen a un régimen más alto, con sensores para ajustar mejor el par de apriete. El mecánico puede visualizar el par mediante unos leds en las propias pistolas
Son neumáticas y en lugar de funcionar con aire funcionan con nitrógeno, elemento más estable ante los cambios de temperatura. Antes se llegó a utilizar helio, pero fue prohibido por su alto costo. El helio precisaba pistolas muy robustas y todavía más caras y pesadas. Los grandes equipos utilizan varios juegos por temporada.
Se han cambiado las tuercas que sujetan la rueda, que tienen forma de cuña, casi un cono redondeado, y resultan más fáciles de acoplar. Incluso se puede empezar a cambiar las ruedas cuando el coche todavía no está completamente parado. Y las bayonetas de seguridad son de tipo automático, en lugar del pasador usado hace unos años, que en ocasiones se perdía.
Los gatos para elevar los coches son verdaderas obras de ingeniería. Prohibidos los sistemas eléctricos, se han diseñado gatos con ayudas mecánicas hidráulicas para que el encargado de manejarlos tenga que hacer la menor fuerza posible para subir el coche. Y la plataforma de apoyo al suelo es giratoria para que el mecánico que acciona el gato delantero pueda apartarse hacia un lado aún antes de bajar el coche y bajar el gato de lado para extraerlo limpiamente; se ganan así un par de décimas, las que tardaba el mecánica en retirarse frente del coche.
?Nosotros hemos suministrado parte del equipo para cambio de ruedas a Manor. Nos han pedido si podríamos darles nuestros gatos, pero aún no lo hemos hecho: cada uno de ellos tiene un coste de fabricación superior a los 60.000 euros?, señaló Symonds,
Es un sistema de luces el que señala que la operación ha sido completada. Las mismas pistolas llevan un sensor que envía la señal de que la operación del cambio de ruedas ha finalizado.
Y lo único ?manual? es la señal del jefe de equipo de que el coche puede salir porque la calle de boxes está despejada. El sacar el coche provocado una situación de peligro está duramente penalizado.