Previo a Malasia
Previo a Malasia
Después de una carrera tan fantástica como la de Australia, se esperaba que quedara en el olvido el desastre de Bahrein y que la Fórmula Uno era aburrida. Pero no ha sido así. Aún se habla de cambios necesarios para incrementar el espectáculo, y la verdad es que tuvimos dos pruebas totalmente diferentes como las dos caras de una moneda.
Sigo pensando que la solución no debe ser tan difícil y que los altos mandos no la puedan encontrar. Pero a veces me pregunto si es que autoridades y equipos prefieren que todo se quede como está, que los rebases son un riesgo para pilotos, autos, público y comisarios, que no quieran conflictos, escándalos y enfrentamientos, por la misma razón que Bridgestone no quiere hacer neumáticos menos duraderos para no encontrarse en una situación embarazante como sucedió en Indianápolis 2005.
La situación es delicada y penosa para los aficionados, que seguimos creyendo que los adelantamientos son la esencia de la competencia y del deporte, y seguiremos esperando que pronto podamos disfrutar no sólo de la gran tecnología que existe en la Fórmula Uno sino en todo este deporte.
En Malasia podríamos volver a tener suerte porque el clima casi siempre se hace presente.
Michael Schumacher promocionó ayer el Gran Premio con una exhibición alrededor de las Torres Petronas, famosas en Kuala Lumpur y patrocinador principal del Mercedes GP. Michael dijo que se la pasó muy bien haciendo trompos sobre el agua, y sí le creo, pero no cuando asegura que se divierte en su regreso a la F1.
Le está costando trabajo. Dos carreras atrás de su coequipero Rosberg tal vez sea normal en lo que se vuelve a adaptar, pero si en la tercera vuelve a ser la sombra de Nico, de seguro veremos a un Michael más deprimido. Ya en Melbourne mostró estar presionado cuando se quejó con Alonso y Hamilton de que lo bloquearon durante la calificación.
Siempre he dicho que la F1 no es sólo autos y motores, sino también personalidades. Michael Schumacher es sin duda el corredor más exitoso en la historia de este campeonato, y de ahí su tan promovido regreso e interés por su desempeño.
Los dos campeones de McLaren por ahora van como todos lo esperábamos. El suave manejo de Button pagó dividendos en Australia, mientras que Hamilton debe controlar aún más su temperamento si quiere volver a ser candidato al título.
Y qué podemos decir del pobre Sebastian Vettel. Ha sido defraudado en dos ocasiones por su auto Red Bull: en Bahrein por la falla en una bujía y en Australia por culpa de una tuerca en la rueda delantera izquierda. Pero es más fácil hacer un auto confiable que uno rápido. Ahora, Adrian Newey tiene un auto rápido, y muy pronto lo tendrá confiable.
Jo Ramírez / 1 Abr. 10
Sigo pensando que la solución no debe ser tan difícil y que los altos mandos no la puedan encontrar. Pero a veces me pregunto si es que autoridades y equipos prefieren que todo se quede como está, que los rebases son un riesgo para pilotos, autos, público y comisarios, que no quieran conflictos, escándalos y enfrentamientos, por la misma razón que Bridgestone no quiere hacer neumáticos menos duraderos para no encontrarse en una situación embarazante como sucedió en Indianápolis 2005.
La situación es delicada y penosa para los aficionados, que seguimos creyendo que los adelantamientos son la esencia de la competencia y del deporte, y seguiremos esperando que pronto podamos disfrutar no sólo de la gran tecnología que existe en la Fórmula Uno sino en todo este deporte.
En Malasia podríamos volver a tener suerte porque el clima casi siempre se hace presente.
Michael Schumacher promocionó ayer el Gran Premio con una exhibición alrededor de las Torres Petronas, famosas en Kuala Lumpur y patrocinador principal del Mercedes GP. Michael dijo que se la pasó muy bien haciendo trompos sobre el agua, y sí le creo, pero no cuando asegura que se divierte en su regreso a la F1.
Le está costando trabajo. Dos carreras atrás de su coequipero Rosberg tal vez sea normal en lo que se vuelve a adaptar, pero si en la tercera vuelve a ser la sombra de Nico, de seguro veremos a un Michael más deprimido. Ya en Melbourne mostró estar presionado cuando se quejó con Alonso y Hamilton de que lo bloquearon durante la calificación.
Siempre he dicho que la F1 no es sólo autos y motores, sino también personalidades. Michael Schumacher es sin duda el corredor más exitoso en la historia de este campeonato, y de ahí su tan promovido regreso e interés por su desempeño.
Los dos campeones de McLaren por ahora van como todos lo esperábamos. El suave manejo de Button pagó dividendos en Australia, mientras que Hamilton debe controlar aún más su temperamento si quiere volver a ser candidato al título.
Y qué podemos decir del pobre Sebastian Vettel. Ha sido defraudado en dos ocasiones por su auto Red Bull: en Bahrein por la falla en una bujía y en Australia por culpa de una tuerca en la rueda delantera izquierda. Pero es más fácil hacer un auto confiable que uno rápido. Ahora, Adrian Newey tiene un auto rápido, y muy pronto lo tendrá confiable.
Jo Ramírez / 1 Abr. 10