Después de la polémica carrera en el circuito de Hockenheim, Red Bull da gracias por no estar más en la mira de la prensa. Ahora, se deben preocupar al dejar de ser el equipo más rápido tras ser superados por Ferrari.
Actualmente, cuando los goles de la mercadotecnia reemplazan a los valores humanos, aún existe algo en el deporte: la pureza. La pelea de uno contra otro, en una competencia bien organizada, el elemento básico es el juego limpio, aunque en la Fórmula Uno parece ser una batalla perdida.
En Alemania, es obvio que el resultado fue por una orden de equipo, por lo que Felipe Massa se dejó rebasar por su compañero Fernando Alonso.
El sentimiento de todos fue de escándalo, furia y desencanto por nuestro deporte, y más porque aún faltan ocho carreras y con muchos puntos por repartir. Además, se cumplía un año del accidente de Felipe en Hungría y que casi le cuesta la vida. Ferrari le negó una merecida victoria, deshonra que seguirá a la Scuderia por el resto del año y por muchos más.
La imagen de Alonso en la prensa inglesa y alemana quedó dañada aún más. Fue muy criticado en la rueda de prensa al recordarle que en 2006, en Monza, dijo que la F1 ya no era más un deporte, también de su acusación contra la FIA al señalar que había manipulado el resultado en Valencia en favor de Hamilton, y que si esta victoria estaba entre sus mejores, como la de Singapur en 2008.
El pobre de Massa, al cumplir las órdenes de su patrón, lo hizo con orgullo al demostrar claramente que él se encontraba al frente. Pero ahora recibe las críticas desde su país al desacreditarlo por perder su valor y por convertirse en otro Barrichello, el eterno segundo.
Sin duda que Felipe está consciente que dañó su imagen en Brasil. Una cosa es ayudar a su compañero como cuando lo hizo en la última carrera de 2007, con Kimi Raikkonen, para que el finlandés ganara el título, que hacerlo al faltar ocho carreras. ¡Tendrá que pelear fuerte y estar bien enfrente de Alonso para no recibir una orden más!
Ahora, de regreso en el circuito del Hungaroring, uno de los más interesantes y que siempre fue uno de mis favoritos, aunque se describe más como una ratonera, siempre sucia, con falta de tracción y dura con los neumáticos. Muy difícil para rebasar, aunque los buenos pilotos siempre encuentran un espacio para adelantar, como lo hacía Ayrton Senna y de seguro lo hará Sergio Pérez en la GP2.
Hungría marca el primer año en el Mundial del español Jaime Alguersuari, el piloto más joven en F1 de la historia. Deportista extraordinario, con gran personalidad, ejemplo para todo aspirante a ser campeón algún día.
Jo Ramírez
30 Jul. 10