A Vettel le pitan por esto:
Dos lágrimas de ventajaEl follón que se ha montado a cuenta de la victoria de Sebastian Vettel en Singapur lleva camino de convertirse en épico, y eso que ha ganado y va lanzado en pos de su cuarto mundial consecutivo? Y todo porque los que estamos hasta las narices de que nos den gato por liebre, renegamos de esta papilla que nos están sirviendo.
Sin norte y totalmente perdido, reconozco que es más fácil sentenciar y quedar molón en 140 caracteres que escribiendo entradas de 600 palabras de media -un riesgo innecesario, si se mira bien, en un mundo que valora el acierto de un dardo lanzado con más de una copa encima, que la incertidumbre de una flecha impulsada al cielo por el arco de tejo de Robin Hood o Legolas, por coger dos sencillos ejemplos a mano-.
Corren tiempos estúpidos donde tener memoria es pecado, y ahora se nos llama llorones, precisamente a los que recordamos que hubo uno, pretemporada, para ser concretos, en que las ruedas eran iguales para todos, y otro, allá como en China, en que gente como Marko o Mateschitz creyeron conveniente comenzar a llorar un poco por su escudería.
Del primero son estas palabras: "Por supuesto, hemos mantenido serias conversaciones con Pirelli. Creo que se han dado cuenta de la situación y se nos ha prometido que otros compuestos llegarán en Bahrein como muy tarde" (26 de marzo de 2013); y del segundo las siguientes: "Todo el mundo sabe lo que está pasando aquí. La F1 ya no consiste en correr. Se trata de una competición de gestionar neumáticos. Las verdaderas carreras son diferentes. Bajo las circunstancias actuales, no podemos obtener lo mejor del coche ni de los pilotos" (13 de mayo de 2013).
El jefazo de Red Bull no se quedó sólo en concretar el cuadro, sino que fue más lejos, como cuando afirmó aquello de «Prefiero quedar segundo a ganar con órdenes de equipo [...] Nunca hemos pensado en dar órdenes de equipo porque nuestros dos pilotos han estado siempre en la lucha por el título» (9 de Noviembre de 2010), soltando la perla de este año: "Si sacáramos el máximo rendimiento del coche, tendríamos que parar unas ocho o diez veces en carrera, dependiendo de la pista" (13 de Mayo de 2013).
Hembery, Paul Hembery, la parte contratante de la segunda parte, contestó: "Creo que está bastante claro. Solo hay un equipo que se beneficiaría de un cambio, y es Red Bull" (15 de Mayo de 2013).
Y el cambio de neumáticos llegó, y este verano ha sido un martirio para todo pichichi menos para Red Bull, pero como eso no cabe en un twit, sencillamente se nos ha olvidado.
Bien, no tengo nada en contra de hacer carreras en los despachos o por ver quién saca más pecho, pero coño, puesto que está en las hemerotecas, lo mínimo que le pido al vettelismo desaforado es que admita que su chico está jugando con ventaja desde primeros de junio, momento en que Pirelli atendió a la voz de su amo. No hay nada malo en ello. La F1 ha sido siempre de aquesta manera, como al parecer no le gustaba a Mateschitz hace unos años, y aunque el tetracampeonato se devalúe un poco, así como tanto récord, al menos podríamos llamar llorón a quien realmente lo merece. De paso, entenderíamos cómo en Singapur, el RB9 del elegido para la gloria, sacaba dos lágrimas por vuelta a sus inmediatos rivales. Y es que además de saber beber hay que saber orinarlo.
elinfiernoverdeVettel será recordado por ganar un mundial adulterado, manipulado, y es que la gente no es tonta...