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La sorpresiva inclusión del Manor Grand Prix por parte de la FIA en la lista de los 13 equipos que participarán del Mundial 2009 de la Fórmula 1 puede derivar en un escándalo superior al que provocó las polémicas declaraciones de Bernie Ecclestone durante el fin de semana, elogiando el estilo dictatorial de Adolfo Hitler. La FOTA podría pedir una investigación sobre la forma en que el Manor GP, un equipo nuevo con indisimulables vínculos con el actual presidente de la FIA, Max Mosley, resultó elegido antes que otras escuadras con mayor peso, historia o recursos.
Cuando la FIA dio a conocer la lista de los equipos para el Mundial 2010, incluyó a las escuadras que participan de este torneo y tres nuevas: Campos, asociada al famoso constructor italiano de monopostos Dallara; USF1, el equipo basado en los Estados Unidos, y el Manor GP. Si la inclusión de los dos primeros no generó suspicacias, dadas sus características,la del tercero produjo perplejidad. Manor es un equipo de F-3 en el que, por ejemplo, descolló Lewis Hamilton, pero con menos pergaminos que Lola o Prodrive, dos pretendientes más serios.
Los primeros vínculos llamativos se establecieron cuando se supo que el director técnico de Manor es Nick Wirth, que fuera el dueño de la escuadra Simtek de F-1 en 1994 y 1995 y luego director técnico de la Benetton entre 1998 y 2000. Pero Wirth fue también socio de Mosley en una empresa de investigación en tecnología llamada Wirth Research. Esos lazos nunca se habrían roto del todo: hasta el año pasado, Wirth era contratista de la FIA.
Los rumores crecieron cuando se supo que la empresa encargada de las relaciones públicas del Manor GP es una compañía llamada Sovereign Strategy, propiedad de Alan Donnelly, quien es ni más ni menos que la mano derecha de Mosley en la FIA. Donnelly fue quien negoció, en nombre de Mosley, con Martin Whitmarsh, el ahora titular de McLaren, la salida de Ron Dennis del equipo de Woking después del escándalo "Liegate", cuando Lewis Hamilton mintió sobre lo sucedido en el primer GP del año, en Australia, con lo sucedido en pista con Jarno Trulli mientras había auto de seguridad.
Ahora se sabe que dos semanas antes de que la FIA diera a conocer la lista, Donnelly ya trabajaba para Manor buscando sponsors. Eso fue revelado por un e-mail del personaje publicado por el diario británico The Guardian, en lo que supone un caso de conflicto de intereses.
Donnelly habría conseguido asegurar la sponsorización del Grupo Virgin, actual patrocinante del Brawn GP, a cambio de cederle el 20 por ciento de la propiedad del nuevo equipo. Ross Brawn estaría detrás de la queja de la FOTA por la manera poco clara en la que Manor fue incluido entre los equipos participantes. Este escándalo parece estar recién comenzando.
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