la victoria de Michael Schumacher en el último Gran Premio de Buenos Aires de Fórmula 1
Este domingo se cumplen 22 años de la última ocasión en que la categoría corrió en Argentina, con victoria del alemán para Ferrari. En la semana, había practicado con el plantel que se preparaba para el Mundial de Francia.
La bandera a cuadros cayó y el ganador agitó su mano izquierda frente a las tribunas del que por entonces se llamaba Autódromo Oscar Galvez (en 2005 sumaría el nombre de su hermano Juan). Allí, decenas de banderas rojas flameaban para celebrar el triunfo de la Ferrari número 3. Para Michael Schumacher, era la primera victoria en esa temporada y la 28ª en su carrera. Para el público argentino, la última visita de la Fórmula 1?. Fue el 12 de abril de 1998, hace 22 años.
Por entonces, nadie tenía la certeza de que la categoría reina del automovilismo se estaba despidiendo del país, aunque la crisis económica que atravesaba Argentina (también) en ese entonces y las dificultades de financiamiento que eso acarreaba ya permitían intuirlo. El año anterior, el Gran Premio había generado pérdidas por 3 millones de dólares. En su edición final, apenas le fue un poco mejor: el quebranto fue de alrededor de 2 millones.
Ajeno a esos números, Schumacher había llegado a Buenos Aires con la intención de cortar la racha de dos victorias que en el inicio de la temporada había conseguido el finlandés Mika Häkkinen, a bordo de su McLaren?, en Australia y Brasil. El alemán no era favorito, pero terminó quedándose con la victoria.
Antes de subirse a su bólido por primera vez en el autódromo, el campeón de las temporadas 1994 y 1995, un fanático del fútbol, se había hecho tiempo para despuntar el vicio con la pelota. El miércoles anterior a la prueba, se había entrenado con la cuarta división de Racing y, un día más tarde, se dio el gusto de hacerlo con el plantel del seleccionado argentino dirigido por Daniel Passarella que se estaba preparando para el Mundial de Francia. Tras la práctica, compartió el almuerzo con el plantel en Ezeiza y comió media docena de empanadas.
El domingo de la prueba, bajo un cielo gris, el teutón se mostró bastante más veloz y más dúctil que con la número cinco en los pies. Largó segundo, detrás del escocés David Coulthard, y en la partida fue superado por Häkkinen, pero en apenas cinco vueltas ya había trepado a la punta. Para ello, debió protagonizar una áspera maniobra con Coulthard. “Él me cerró la trayectoria y el golpe fue inevitable”, argumentó luego el vencedor.
A partir de ese momento, Schumi controló la carrera. Su liderazgo solo corrió riesgo a seis vueltas del final, cuando una tenue lluvia ya había empezado a humedecer el trazado: se despistó en la horquilla, pero consiguió conservar el control de su vehículo y volvió a la pista para completar los 72 giros al circuito N° 6 del autódromo, de 4259 metros de extensión.
"Correr acá es fantástico. El apoyo a Ferrari en este país es increíble. Cuando miraba a las tribunas, solo veía banderas de Ferrari, nada más. No había otra cosa”, contó tras su triunfo el alemán, que fue escoltado por Häkkinen y el irlandés Eddie Irvine. “El segundo puesto es lo mejor que podía conseguir, me basta”, confesó el finlandés, que ese año terminaría consagrándose campeón.
Aquella prueba de 1998 tuvo la particularidad de contar con un argentino en la pista: a bordo de su Minardi, Esteban Tuero puso fin a 17 años sin presencia de un compatriota, desde que Carlos Reutemann? (Williams) y Ricardo Zunino (Tyrrell) habían intervenido en la competencia de 1981.
“Si salgo quinto, soy Gardel. Pero con un 18º o 19º puesto me contento”, había dicho Tuero el jueves anterior a la carrera. El domingo, en su tercera participación en la Fórmula 1 con apenas 19 años, largó 20° y debió abandonar a nueve giros del final, cuando perdió el dominio de su auto y terminó estrellándose contra los neumáticos de protección en la curva 1.
“Fue un error mío, aunque la pista estaba complicándose con la lluvia que empezaba a caer. Pero estoy muy satisfecho con lo que hice. Fue el fin de semana más importante de mi vida”, sostuvo Tuero, quien al día siguiente almorzó con Mirtha Legrand en los estudios de Canal 9. Dos semanas después, en Imola, lograría su mejor actuación de la temporada, al terminar octavo.
Aquella fue la 19ª y última edición del Gran Premio de Buenos Aires, desde la primera prueba disputada en 1953. En octubre de 1998, la Federación Internacional de Automovilismo anunció el calendario para la temporada 1999, que preveía 17 pruebas y no incluía a Argentina. Desde entonces, el circo de la velocidad nunca regresó a estas tierras.
https://www.clarin.com/deportes/empanadas-seleccion-passarella-victoria-michael-schumacher-ultimo-gran-premio-buenos-aires-formula-1_0_d3NYjGkv-.html