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Segunda parte.
Jacky Ickx se impone a una vuelta
Jackie Stewart había sido Campeón en 1969 con el Matra MS10 tras ganar seis de las once citas pero su cambio
a Tyrrelll, con chasis March 701, le relega a la tercera posición de los favoritos. No obstante, el escocés tratará de
mantener el tipo hasta final de temporada, cuando en las tres últimas citas el Tyrrell 001 le hace abandonar cada
una de ellas. Otro Jacky, aunque este de origen belga y modales chulescos, se hace con la pole position del primer
Gran Premio celebrado en Hockenheim.
Los propulsores de 12 cilindros que montan los Ferrari se erigen como dominadores en las prácticas pero el Lotus
72C de Rindt logra colarse entre los dos monoplazas italianos en la clasificación del sábado. Jacky Ickx logra una
vuelta dos décimas más rápida que el líder del Campeonato y tres décimas mejor que Clay Regazzoni, a los mandos
del otro 312B. El cálido sol de agosto espera a los pilotos, y a sus mecánicas, en la mañana dominical.
La relación Chapman-Rindt se encrudece
El baile continuo entre el belga y el austriaco se prolonga entre los bosques cercanos a Heidelberg. Jacky Ickx es
primero a falta de dos vueltas pero Jochen Rindt logra superar al belga tras aspirar el aire de su propulsor a escasos
centímetros de distancia de la trasera del Ferrari durante gran parte de la penúltima vuelta. El rebufo le sirve al de
Lotus para proclamarse vencedor de una batalla que se ha prolongado durante cinco decenas de vueltas al largo tra-
zado germano.
Sólo siete décimas de diferencia les han separado. Ambos coches rojos cruzan la línea de meta ante el delirio de
Colin Chapman y los suyos. El 'estadio' ruge y Rindt vence en una carrera que, si bien no la de local, es lo más
cercano a ello para el austriaco. Sudoroso y con expresión exhausta, Jochen se quita el pañuelo que cubre la mitad
inferior de su cara. Ha ganado su cuarto Gran Premio consecutivo. El título está más cerca pero la complicidad con
Chapman, el creador, no es, ni mucho menos, la que se podría esperar.
Ambos se niegan la palabra a pesar del éxito del Lotus 72C y es Bernie Ecclestone quien debe hacer fluir la comu-
nicación como intermediario y representante del piloto austriaco. Jochen Rindt asegura que el monoplaza británico
no es seguro y que teme por su vida cada vez que se sube a él. Colin Chapman, en cambio, se centra en la excelen-
cia de sus diseños antes que en las medidas de seguridad de los mismos. No obstante, su sombrero roza el cielo
germano cuando cae la bandera a cuadros. Celebra su victoria. La de su equipo. La de su 'criatura'.
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