Seguimos con la historia
El pequeño Alfa Romeo no se estaba quedando atrás. Los estaba cazando.
Y ocasionalmente -quizás una vez por generación- somos afortunados en ser testigos de ver a un piloto ir ?Al Otro Lado?. Senna en la lluvia de Donington en 1993. Fangio en Nurburgring 1957. Moss en Monaco en 1961. Senna lo comparaba como ir a una dimensión paralela, donde el ya no controlaba conscientemente el coche y todo a su alrededor parecía moverse a cámara lenta. Y Tazio Nuvolari paso a ese lado en aquel momento. Al final de la vuelta nueve, logro la primera vuelta por debajo de 11 minutos jamas lograda en Nurburgring, adelantando a dos de los Mercedes. Perdiendo distancia en las rectas, pero frenando inconcebiblemente tarde, desestabilizando el coche a la entrada de la curva, derrapando sobre el apex, en una milagrosa demostración de control del coche, incluso para los estándares del aquellos tiempos, logrando adelantar a Caracciola. El publico enmudeció cuando el locutor anuncio que el Alfa Romeo tomaba el liderato.
Pero el dramatismo solo acababa de comenzar.
Rosemeyer estaba de vuelta en la carrera, siguiendo a Nuvolari. Detrás de ellos, von Brauchitsch, avergonzado de una posible victoria extranjera en el GP de su país, volaba en persecución de ellos, haciendo una extraordinaria vuelta de 10 minutos y 32 segundos. Quedaba una parada de boxes, y los cuatro coches llegaron al mismo tiempo.
El equipo Mercedes, dirigido militarmente por Neubauer, logro colocar a von Brauchitsch en el liderato después de una parada de 47 segundos. 20 segundos más tarde salía Caracciola con Rosemeyer detrás de él.
Pero no había señal de Nuvolari.
Estaba armándose la de Dios en el box de Alfa Romeo. La bomba a presión de repostaje se había roto y Nuvolari miraba con consternación a sus mecánicos mientras intentaban llenar el depósito manualmente. Uno de sus compañeros, arriesgando su cordura, intentaba calmarlo mientras le limpiaba las gafas. Pasaron 2 minutos y 14 segundos hasta que pudo salir a pista, y después de las últimas cuatro heroicas vueltas, volvía a pista en sexto lugar.
Con Nuvolari fuera de las apuestas, todas las cabezas estaban giradas hacia von Brauchitsch. Una victoria en su casa estaba al alcance, y aumentó el ritmo para tomar una ventaja de un minuto y medio sobre Rosemeyer y Caracciola. Quedaban 6 vueltas y Neubauer le ordenó bajar el ritmo y conservar las ruedas, pero la adrenalina y los incansables gritos de los 300,000 seguidores dictaron otra cosa. Y entonces, empezó el problema. La distancia entre él y el segundo se hacía más pequeña. Y el numero del coche perseguidor empezaba a ponerle nervioso.
12. Alfa Romero. Nuvolari.
En la indescriptible tensión de las tres últimas vueltas, la disciplina militar del equipo Mercedes empezó a romperse. Neubauer intento que von Brauchitsch entrara a cambiar ruedas, pero él no se atrevió, porque por más que intentaba aumentar el ritmo, el indomable Alfa Romeo seguía reduciendo la distancia. En la última vuelta la distancia se había reducido a 30 segundos. No había lugar para entrar a boxes sin perder la victoria.
Cuando los coches desaparecieron de vista, el gran público que estaba en la línea de meta solo podía oír las actualizaciones que se daban por los altavoces del circuito. Pero a mitad de vuelta el comentarista estaba tan agitado -casi estaba gritando- que era imposible saber lo que estaba pasando. El público -y la falange de dignatarios nazis que esperaban en la línea de meta- esperaban ansiosamente aparecer a von Brauchitsch, y después de lo que parecía una eternidad, la silueta del ganador finalmente emergió de la ligera niebla en la distancia.
Pero no era plateado. Era pequeño y rojo, y el conductor iba dando saltos en el asiento.
Cuando Nuvolari pasó sobre la bandera a cuadros, 300,000 espectadores se quedaban, tal y como describirían los observadores, en un nervioso y completo silencio. Después de una carrera de casi 500 Kilómetros en la cual Nuvolari estuvo detrás de él, la rueda izquierda trasera de von Brauchitsch se desintegro en la curva del Carrusel, justo a media vuelta del final. Finalmente cruzó la meta en quinto lugar, parando lejos de los boxes en un vano intento de ocultar su sollozo.
Los organizadores no tenían una copia del himno nacional italiano para poner en la ceremonia de ganadores, teniendo el Deutschland uber Alles para cubrir todas las posibilidades. Así que la rallada copia de la Marcia Reala que afortunadamente tenía Nuvolari sonó en Nurburgring.
Se veía absurdo en la corona de laureles de victoria; creados para los altos pilotos alemanes en mente, ésta le llegaba hasta las espinillas.
Esta carrera pasará a la historia como ?La Victoria Imposible?, un triunfo al desafió y al rechazo a aceptar la derrota frente a aplastantes probabilidades. Nuvolari venció a ocho de las invencibles flechas plateadas. Los espectadores se dirigieron en bandada ver el pequeño Alfa, algunos incluso cautelosamente. Decían que era el coche del Der Teufel, o del Diablo. Era la única explicación.
No es ninguna sorpresa que mucho de estos valerosos hombres murieran antes de tiempo. Rosemeyer se mató tres años más tarde, tenia 28. Su cuerpo fue lanzada a 100 metros del lugar de un accidente a 200 mph con su aerodinámico Auto Union. Increíblemente su corazón seguía latiendo cuando el doctor llego a él. Varzi se recuperó de su adicción a la morfina que compartía con su amada Ilsa Pietsch, para morir un poco más tarde en Bremgarten en el segundo accidente que tuvo. Rudi Caracciola nunca se recuperó de las terribles lesiones que sufrió en los años 30 y también murió joven. Realmente, todos fueron héroes.
Y el más grande de todos ellos? Cuando te encuentres en un bar, debatiendo si Senna, Moss o Fangio se merecen ese galardón, recuerda a ese pequeño gigante de Mantua que se volvía más duro cuanto más duro todo se volvía. Porque desde ese día hasta el final de su vida, el joven manager del equipo Alfa que estuvo en Nurburgring en 1935 insistía en que Nuvolari fue el más grande entre todos.
Y sabia de que estaba hablando. Porque su nombre era Enzo Ferrari.
FUENTE: http://www.speedclub.es/index.php?topic=616.0