http://www.marca.com/2012/01/25/motor/formula1/1327499215.html
Dos años después, Kimi Räikkönen se ha vuelto a sentar en un monoplaza de Fórmula 1. "Vuelve la leyenda", se ha encargado de vender con pompa y circunstancia su nuevo equipo, Lotus, que le ha dado una fuerte carga de publicidad a su regreso. Kimi ha retomado viejas sensaciones en Cheste, donde ha rodado lo que ha querido, al ritmo que le han dejado y con las tandas que ha solicitado.
No llevó ni de lejos el Ferrari de 2009, el último que pilotó, ya que ahora viste los colores de la ex Renault y ha pilotado el R30 de hace dos temporadas. Pero es lo máximo que le permite el reglamento hasta que arranque la pretemporada y el finlandés lo ha exprimido al máximo durante dos jornadas exclusivas y privadas que le han pagado sus nuevos dueños. A más de 10.000 euros diarios, porque aunque sólo haya rodado Kimi, en el circuito hay que pagar ambulancias, comisarios, grúas y hasta helicóptero medicalizado.
Este dineral y la falta de resultados han sido moneda común con el campeón de 2007, que a sus 32 años se ha aburrido de su excedencia de la F1. En total, su aventura por diferentes disciplinas del motor ronda los 4 millones de euros, muchos aportados por Red Bull que le ha seguido allí donde fuera necesario.
Kimi ha disputado, quitando rallies menores, 20 pruebas del Mundial con Citroën, pagando 200.000 euros por cada una. El saldo, tras 4 millones invertidos, ha sido un tramo ganado, un quinto puesto como mejor resultado y siete accidentes. Demasiados.
A decir de los ingenieros del equipo galo, su pilotaje no era muy impresionante, pero como se lo pagaba de su bolsillo, pues sin problemas por ambas partes. La prensa tampoco le echará de menos porque su trato nunca ha sido ni fácil ni estimulante.
Las otras canas al aire las echó con la Nascar americana, donde realizó dos pruebas a razón de 100.000 dólares cada una (unos 75.000 euros por prueba) para terminar 15º en su debut en la Camping World Trucks y 27º en la que disputó de la Nationwide Series. El último capricho, probar el Peugeot 908 de Le Mans en Aragón.
"Es muy normal"
En Valencia ha vuelto a su hábitat natural. Pide "tiempo para entender el coche, los neumáticos Pirelli y al equipo". Ha rodado tandas largas con mucha gasolina, algo a lo que no está acostumbrado porque la F1 que dejó permitía repostajes. El kers lo conoce, pero el DRS no tanto y los nuevos volantes con 50 botones doblan en número al que tenía en Ferrari. Y ya entonces reconocía a MARCA que muchos no sabía para qué servían.
Sus ingenieros reciben a Kimi con su leyenda urbana encima. Corre como los ángeles, pero ni comunica ni se integra. Por ahora Alan Permane, director de operaciones del equipo, reconoce que les ha sorprendido su rendimiento. "Debe tener otra imagen para la prensa porque con nosotros ha estado hablando del coche todo largo y tendido, ha sido muy abierto, muy normal". Está por ver qué efecto causan dos años fuera, y si es un nuevo caso Schumacher.