Las buenas noticias para el equipo español HRT llegaron ayer en un avión que aterrizó por la noche en Kuala Lumpur, la capital de Malasia. En él llegaban las piezas que hacen falta para poder montar el DRS en los coches españoles. No lo tuvieron en Australia y ese segundo que proporciona fue el que les faltó para poder entrar en la parrilla, cosa que confían poder conseguir este fin de semana.
Una vez jubilado el Dallara que corrió los dos primeros años, se optó por un monoplaza completamente nuevo, que tuviera un camino de mejora aerodinámica por delante y que sirviese para no quedar estancados en la última plaza. Pero la puesta en marcha les ha resultado excesivamente trabajosa, quizás más de lo esperado.
En su caso, la preocupación va un poco más allá, pues en Melbourne no contó con dirección asistida en sus coches, cosa que hace casi misión imposible mantener un coche tan sensible y potente en pista.
"Es fundamental poder arreglarlo, pues puede ser muy peligroso hacer una corrección sin asistida. En el contravolante, lo normal es que se te vaya el coche al lado contrario y lo pierdas, porque hay que hacer mucha más fuerza y no se mide"